El Ayuntamiento de Espartinas proyecta un crematorio a 80 metros de una zona residencial

Un grupo de vecinos de Espartinas (provincia de Sevilla) lleva varios días en pie de guerra contra su Ayuntamiento por un proyecto que, dicen, cambiará sus vidas y contra el que prometen luchar todo lo que puedan: la construcción de un tanatorio crematorio cerca de sus casas.

En concreto, y según las condiciones de licitación del Ayuntamiento, las edificaciones se situarían en dos parcelas muy cercanas al cementerio, pero también a numerosas viviendas, a empresas de alimentación y a naves industriales.

«Las casas más cercanas están a unos 80 metros, muy próximas», explica Paqui Cárdenas, una de las promotoras de la plataforma contra el tanatorio crematorio. Tanto ella como sus hijos viven en las inmediaciones, y considera «una barbaridad» que sitúen un negocio fúnebre «tan cerca de donde juegan los niños todos los días».

Los más de 60 vecinos que se verían afectados, entre los que se encuentran propietarios de negocios alimenticios, piden al Ayuntamiento que reconsidere la decisión y desista de la adjudicación o estudie otra ubicación. «Espartinas tiene 22 kilómetros longitudinales de terreno, ¿por qué tienen que instalar un crematorio a menos de cien metros de nuestras casas?» se pregunta Francisco López, otro de los afectados.

Normativa andaluza
Por su parte, desde el Consistorio alegan que no hay nada que incumpla la ley, y que así se lo han hecho llegar mediante un informe a los vecinos. La Normativa de Andalucía no establece ninguna distancia mínima entre dichas instalaciones y los núcleos residenciales. Únicamente se exige que los crematorios se ubiquen en edificios exclusivos algo que, en este caso, sí se cumpliría, y que se cumplan los requisitos ambientales y sanitarios. También el Defensor del Pueblo emitió una recomendación respecto a la instalación de instalaciones fúnebres, aconsejando que se edificasen cerca de los cementerios.

El problema, según fuentes municipales, es que la zona afectada de Espartinas, cercana al camposanto, las viviendas lindan con áreas industriales e, incluso, de ocio, como unas pistas de pádel. Una situación de desorden urbanístico que ahora llega a su punto álgido, con un proyecto que no agrada a ningún habitante de los alrededores. «Podríamos aguantar un tanatorio, pero un crematorio es demasiado», confiesa Paqui Cárdenas. «Nos van a arruinar a todos, aquí aún hay casas sin vender, gente que produce alimentos y muchos que hemos invertidos todos nuestros ahorros en comprar una casa», reprocha.

Además de la iniciativa de los vecinos, que planean recoger firmas e iniciar acciones de protesta contra la decisión del Ayuntamiento, la Asamblea Local de IU ha emitido una queja al Defensor del Pueblo, alegando que el tanatorio se encontraría «muy cerca de un núcleo de viviendas habitadas», y que el crematorio podría producir problemas medioambientales al situarse tan cerca de la zona urbana.