Las obras del cementerio de Inca (Mallorca) suponen un ahorro de 230 euros a cada titular de un nicho

La licitación de las obras de rehabilitación de un edificio funerario y parte de otro en el cementerio de Inca (Mallorca) ha supuesto un ahorro para los afectados del orden de 230 euros para cada uno de ellos. En principio cada propietario de una unidad de enterramiento tenía que abonar 800 euros, pero la mejora de la oferta de la empresa adjudicataria ha permitido una considerable rebaja sobre la partida de 79.810 euros que se había previsto inicialmente.

Àngel Garcia, teniente de alcalde y concejal de Hacienda, explica que «por parte de los contribuyentes se ha recibido la noticia con agrado y ya se ha llevado a cabo una reunión en la que la mayoría de ellos han firmado el contrato».

Algunos propietarios no han podido hacerlo porque antes deben actualizar los títulos de la concesión. Antelm Ferretjans, concejal delegado para asuntos del camposanto, explica que «se trata de concesiones antiguas, pensemos que hablamos de la parte más vieja del cementerio, y los títulos están a veces a nombre de los padres o abuelos de los actuales propietarios». El edil sostiene que «desde el Ayuntamiento se están dando todo tipo de facilidades y esperamos que en el plazo de unos seis meses, no sólo estos casos, sino muchos otros puedan haber regularizado la situación».

Desperfectos
Las obras que deben llevarse a cabo se refieren a dos isletas de nichos que, debido a una evidente falta de mantenimiento, han sucumbido al paso del tiempo. La cubierta está altamente deteriorada y se observan grietas en muchas partes de la construcción.

El Ayuntamiento se apercibió de este estado y efectuó algunas obras de apuntalamiento para evitar males mayores. Durante los últimos meses se ha puesto en contacto con los propietarios para informarles de la necesidad de efectuar una reforma. Una vez comunicada, se procedió a evaluar los daños y confeccionar un presupuesto. Las obras afectarán a un total de 92 unidades de enterramiento. La empras adjudicataria es la constructora Llabrés-Feliu. Ya ha anunciado que empezará los trabajos el próximo mes de junio.