El yacimiento arqueológico de la Casa del Obispo, con filtraciones de agua en el monumento funerario

La asociación Hispania Nostra acaba de incorporar a su Lista Roja del Patrimonio al yacimiento arqueológico de la Casa del Obispo, ubicado en pleno centro histórico de Cádiz, por los “graves” problemas de filtraciones de agua en el monumento funerario fenicio del siglo VIII – IV a. C. “con desprendimientos de sillares, perdida de morteros originales de agarre y pérdida de estabilidad, además del riesgo de derrumbes que presenta”.

Así lo viene denunciando al Ayuntamiento reiteradamente Monumentos a la vista, la empresa que gestiona el yacimiento. Esta ‘Lista Roja del Patrimonio’ recopila aquellos elementos del patrimonio cultural del país que se encuentran sometidos a riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores, “al objeto de darlos a conocer y lograr su consolidación o restauración”. Hispania Nostra es una asociación no lucrativa que tiene la finalidad de defender, salvaguardar y poner en valor el Patrimonio cultural español.

Sobre este monumento funerario fenicio, el conjunto de cisternas romanas del Santuario Salutífero de Gades y sobre parte del templo romano atribuido a Esculapio, todos ellos Bien de Interés Cultural, se han construido años atrás 111 micropilotes a 15 metros de profundidad, “algunos incluso sobre los restos de época romana”. Las correas de hormigón que soportan la estructura que, en principio se “posarían” como de “puntillas”, se asentaron “de forma grotesca e impactante” sobre el opus caementicium romano.

El pasillo existente entre la plaza llamada Entre Catedrales –un proyecto del anterior Gobierno local de Teófila Martínez, del arquitecto Alberto Campos Baeza- y el Palacio Episcopal quedó sin cubrición durante tres años, lo que, junto al desnivel del 3% de la plaza hacia este pasillo, ha motivado que durante ese tiempo “la gran cantidad de agua recogida en toda la plaza superior fuera a caer sobre los restos arqueológicos y provocasen importantes daños”. Para evitar esto, en 2014 el Ayuntamiento instaló una especie de mampara con un canalón para la canalización de las aguas de lluvia y baldeo, “pero desde el primer momento se vio e informó que el agua seguía entrando y que, casi a diario, los actos vandálicos arremetían contra los cristales, algunos de los cuales llevan rotos dos años”.

La realidad en este momento, se apunta en un comunicado remitido a DIuario Bahía de Cádiz, es que el agua “sigue entrando y los daños, lejos de repararse, se siguen agravando”. El yacimiento arqueológico de la Casa del Obispo se trata de un lugar de culto de diferentes civilizaciones cuyo punto de partida fue un gran monumento funerario fenicio del siglo VIII a. C. Durante la época romana fue un complejo relacionado con los cultos a los dioses Apolo, Esculapio e Hygia. En el siglo XVI, el obispo de Cádiz, Luis García de Haro, convierte el edificio en residencia episcopal.

Se haya enclavado en pleno centro de la capital gaditana, entre la antigua catedral y la catedral nueva. Los restos arqueológicos más antiguos pertenecen a una pequeña edificación fenicia arcaica del siglo VIII a. C. La siguiente estructura en interés es un monumento funerario también de época fenicia cuya cronología comienza en el siglo VIII a. C. conformando junto con sus anexos excavados en la roca, uno de los conjuntos funerarios más importantes de la Península Ibérica.

Desde este momento se produce una sacralización de la zona que culmina en época Bárcida con una primera monumentalización del espacio. En época Republicana se adosa a los edificios púnicos un nuevo conjunto con una transformación del ritual relacionándose con el agua, hecho que hasta este momento no se había documentado.