La industria funeraria de Estados Unidos subcontrata el transporte de cadáveres

En Estados Unidos de América hay muchas personas que se ganan la vida como contratistas independientes, transportando cadáveres. En varios estados, no se necesita licencia ni permiso especial para transportar cadáveres. Recogen el cuerpo en el sitio donde murió la persona, ya sea en un hospital, una residencia de ancianos, la casa del difunto, o en una carretera, si la muerte es por accidente, y lo trasladan a la morgue o a la empresa funeraria.

Las personas que realizan este trabajo no llevan traje oscuro ni manejan sobrios coches fúnebres, como suele suceder en los empleados del sector funerario en España, ellos conducen coches viejos y sin ningún distintivo.

Consolidación de la industria funeraria
El envejecimiento de la población En Estados Unidos se estima que en 2020 habrá 76 millones de personas mayores de 60 años. El negocio funerario solo puede aumentar. Ello coincide con una consolidación de la industria funeraria en grandes corporaciones y, a su vez, con la intención de recortar costos por parte de esas grandes empresas, lo que hace que muchas estén subcontratando el transportar de cadáveres en las horas o días anteriores al funeral.

Una industria gigantesca
No existen cifras exactas, pero son miles las personas que trabajan en esta actividad de recoger cuerpos, es solo un pequeño fragmento de la industria funeraria estadounidense, que actualmente se estima que mueve 20.000 millones de dólares anuales.

Hay 2,4 millones de ceremonias fúnebres en el país cada año, y un funeral típico cuesta entre 8.000 y 10.000 dólares (7.180,00 y 8.975, 00 euros). Antes de la ceremonia, el cuerpo puede haber sido movido varias veces, y en todos esos casos, entran en acción estos contratistas independientes.

Cinco innovaciones de la industria funeraria
En el estado de California muchos de estos contratistas dicen sentirse explotados por ello, está en curso una demanda judicial por un grupo de contratistas que pide mayores derechos laborales frente a las empresas funerarias.

Exigen hacer turnos de hasta 24 horas seguidas. Algunos de los demandantes tienen que recoger ocho o nueve cuerpos en un solo día, además tienen que poner su coche en el que transportan los cadáveres, adaptándolo para poder introducir una camilla, y en muchos casos, hasta las bolsas para transportar a los cadáveres.

También argumentan que necesitan entrenamiento especial para aprender a protegerse de posibles riesgos de salud inherentes a su trabajo. Casi 15% de las empresas funerarias son propiedad de grandes corporaciones que, como cualquier otra gran empresa, buscan el lucro y la eficiencia en el negocio funerario, por lo que seguirán buscando maneras de reducir costos