La OCU reclama “mayor transparencia” de las empresas funerarias y desestima contratar una póliza de decesos
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) exige una «mayor transparencia» en el sector funerario y ha advertido de los elevados precios de los servicios que hay que contratar ante un fallecimiento. Según un informe de la OCU de 2013, un entierro sin excesos puede costar de media unos 3.500 euros.
Si sumamos los costes del velatorio, el ataúd, el sepelio o la incineración, además de flores, coche o esquelas, el precio se puede disparar. De media, un entierro sencillo supera los 3.500 euros. Lo malo es que es difícil tener de antemano información que ayude a elegir: es un sector poco transparente y con poca competencia», subraya la OCU.
La organización advierte de la «dificultad» de los consumidores para obtener información y presupuestos sobre las distintas alternativas, por ejemplo, entierro o incineración, o sepelio con lujos o sin ellos.
Según el informe de la OCU de 2013, un entierro sencillo cuesta de media unos 3.500 euros, un 50% más de lo que costaba diez años antes. En este precio está incluido el féretro, la preparación del cuerpo, el coche fúnebre, las flores, las esquelas y recordatorios, entre otros.
En concreto, señala que el féretro, arca o ataúd es el apartado más caro pues un modelo común cuesta entre 600 y 2.600 euros. También engrosan la cuenta el alquiler del tanatorio por 24 horas, que asciende a unos 500 euros; el alquiler de un nicho por cinco años, que varía entre 100 y 1.500 euros; y la cremación que resulta «apenas algo más económica» y tiene un precio medio de 657 euros.
Por comunidades, la OCU pone de relieve que un entierro puede costar en Cuenca, Tenerife o Las Palmas la mitad que en Vigo o Ciudad Real y «mucho menos» que en Tarragona y Barcelona, que en 2013 eran las ciudades con los precios más elevados. Además, precisa que en la misma ciudad, la diferencia de precio entre la funeraria más cara y la más barata puede alcanzar los 900 euros.
Póliza de decesos
Con respecto al seguro de decesos, que cubre los gastos de los servicios funerarios y que es contratado por más de la mitad de los españoles, la OCU no recomienda estas pólizas porque aunque resulta «muy cómodo» para los familiares del fallecido, muchas veces sale más caro que el coste real del sepelio.
Así, indica que, si una persona contrata el seguro a los 65 años y fallece a los 85 años, habrá pagado 3.473 euros más que el capital asegurado. En lugar del seguro, la OCU propone ahorrar un dinero para este fin.
Por otro lado, la OCU aconseja informar al entorno cercano como familiares y amigos las preferencias sobre el destino de los restos o dejar un documento de Instrucciones Previas en el que se indiquen los deseos.
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Aquí haurien d’investigar els Mossos. D’ofici. https://t.co/5cIJdK28S9