El Ayuntamiento de Palma adquiere el tanatorio del cementerio de Bon Sosec por 7,9 millones

La adquisición del tanatorio del cementerio privado de Bon Sosec por parte del Ayuntamiento de Palma de Mallorca, habrá costado a las arcas municipales 7,9 millones de euros. Se trata de una cantidad que casi duplica a la embolsada por la Banca March, entidad financiera que adquirió las instalaciones a la sociedad privada Bon Sosec en septiembre de 1997 por 4,2 millones.

Diecinueve años después de la formalización del contrato de arrendamiento financiero entre la Empresa Funeraria Municpal (EFM) y esta entidad bancaria, las instalaciones del tanatorio van a ser de su propiedad. El pleno del Ayuntamiento de Palma autorizó a la empresa municipal la formalización de un préstamo de 1,1 millones para proceder a la liquidación de la deuda pendiente y resolver el contrato de arrendamiento.

Si bien en 1997 el precio de compraventa entre Bon Sosec S. A. y la Banca March fue de 4,2 millones, el contrato de arrendamiento financiero formalizado por esta entidad y la funeraria municipal fue de 6,4 millones, 884.000 euros de los cuáles eran de IVA. A esta cantidad había que añadir otros 1,5 millones de opción de compra que debía ejecutarse por parte de la funeraria municipal a los quince años.

En 2012, cuando se cumplió este período, el anterior equipo de gobierno renovó el contrato de arrendamiento financiero renegociando las condiciones con el fin de hacer frente al pago de los 1,5 millones estipulados en la opción de compra. En estos momentos quedan pendientes de pago 831.498 euros de este último contrato, que serán liquidados mediante la formalización de este nuevo préstamo de 1,1 millones.

Esta última operación financiera se realizará con la Caixa de Colonya, que es la entidad que ha presentado a la funeraria municipal las mejores condiciones económicas.

Con esta operación el edificio del tanatorio y parte del terreno de Bon Sosec pasarán definitivamente a ser de propiedad de la funeraria municipal, pese a que el actual gerente de esta empresa pública, Jordi Vila, reconoce que «el recinto es desproporcionado por las necesidades existentes». No obstante, manifestó la necesidad de hacerse con la propiedad con el fin de poder acometer una serie de mejoras que considera absolutamente necesarias.

En relación al futuro de este tanatorio, que dispone de un horno en el crematorio, el gerente de la funeraria manifestó que han mantenido contactos con otras empresas del sector, aunque éstos se encuentran en sus inicios. El gerente alertó también del abandono en el que se encuentra el recinto privado del cementerio, lo que obliga a la funeraria palmesana a realizar una serie de actuaciones pese a que no son de su competencia.

La funeraria pública debía ingresar un 15% por la venta de las unidades de enterramiento del cementerio privado, un acuerdo que nunca se ha cumplido, según Vila. En relación a la disminución del presupuesto de la funeraria municipal, Vila indicó que se debe en buena medida a la reducción de los ingresos por ventas de unidades de enterramiento en un 60%.