Las defunciones suben su propia “cuesta”
Tanatorios con plena ocupación y crematorios a máximo rendimiento. A falta de estadísticas oficiales que permitan la comparación y confirmen el aumento, lo cierto es que el 2017 ha comenzado con un repunte de la mortalidad en Logroño que está obligando a las familias a esperar para despedir a sus seres queridos. Los servicios funerarios, que pese a todo están dando respuesta a tal demanda, no recuerdan otro enero igual.
«No sabemos a ciencia cierta las causas, pero nos las podemos llegar a imaginar…», explican fuentes del sector. Enero suele ser el mes, generalmente junto a febrero, con la tasa de mortalidad más alta de todo el año. ¿Las causas? Nadie se atreve a asegurarlas a falta de estudios, pero los expertos apuntan al frío, influyendo especialmente los inviernos más crudos.
No en vano, ya la pasada semana se conocía que la gripe saturaba el hospital San Pedro y obligaba por primera vez a trasladar pacientes al hospital de La Rioja. Incluso, según trascendía, hasta 21 personas habían tenido que ser ingresadas en estado grave desde el inicio de la «campaña», la mayoría por neumonía.
La situación, pese a todo, no es nueva. Sucede cada principios de año. Tanto desde los tanatorios de la capital riojana, Mémora Pastrana y San José, como desde el propio cementerio se confirma que están siendo días de mucho trabajo. Dicho de otro modo, con todas las salas completas y sin horas libres en el crematorio. «Estamos a tope, con las cinco incineraciones diarias cubiertas. Son rachas, pero ésta…», sentencia el hermano Alberto, superior de los fossores del cementerio de Logroño, quien a modo de ejemplo explica que el pasado lunes a las cinco incineraciones que permiten las instalaciones municipales se sumaron hasta cuatro inhumaciones.
Desde el Ayuntamiento se confirma que las instalaciones están funcionando con normalidad, «como otros años por estas fechas», con los dos hornos activos y a un ritmo de cinco servicios diarios. «Igual que estos días se produce un repunte de los servicios sanitarios por gripe, en consecuencia y por desgracia los servicios funerarios van parejos», explica Maite Orío, encargada del tanatorio San José.
La alianza entre el frío y la gripe
La tradicional alianza entre el frío y la gripe -u otros virus -se deja notar cada enero y éste no está siendo diferente. «Se han producido más fallecimientos de lo normal para esta época del año, un repunte que con un poco de comprensión por parte de todos, como pasa en urgencias, se va resolviendo. Todo el que ha pedido tanatosala la ha tenido, aunque haya tenido que esperar a que se desocupase alguna», precisa. Algo, en cualquier caso, que califica como «hecho puntual». Si respecto a las salas se han ido buscando soluciones, de la misma manera se ha hecho en cuanto al crematorio. Desde San José, y ante las hasta dos jornadas de espera en Logroño, se ha ofrecido trasladar a Calahorra la incineración.
Como «un índice de mortalidad por encima de lo normal» se refieren a lo vivido estos días desde Mémora Pastrana. «Colapso no ha habido, sí plena ocupación», confirma Casimiro Miguel, gestor de desarrollo. «Más actividad que en enero del año pasado y más que la que cabía prever, aunque hay que precisar que la ocupación total de salas no es tan complicada que se dé en momentos puntuales, algo que con unas horas de espera se resuelve», concluye.