Arquitecto pide promocionar y difundir el humilladero de San Onofre y el Cementerio de los Ingleses
El arquitecto Honorio Aguilar ha hecho un llamamiento en el sentido de promocionar y difundir las «joyas arquitectónicas» de la zona norte de Sevilla capital, en referencia al humilladero de San Onofre, el monasterio de San Jerónimo y el antiguo Cementerio de los Ingleses, unos enclaves históricos bastante «desconocidos» por la ciudadanía.
En un comunicado, este arquitecto llama a promocionar y conocer los elementos históricos «localizados geográficamente más allá de La Macarena», porque «muchos sevillanos piensan que en las murallas acaba la monumentalidad de la ciudad y están muy equivocados, porque se pierden lugares muy singulares y artísticos, que a su vez son grandes desconocidos».
Así, recuerda el humilladero de San Onofre, enclavado entre el cauce del Arroyo Tamarguillo, un haz ferroviario y un puente metálico que salva la carretera C-433, en el barrio sevillano de San Jerónimo. El monumento, datado en el siglo XV, está declarado bien de interés cultural (BIC), fue restaurado en 2013 pero «no es muy visitado porque tiene difícil acceso», si bien es posible llegar hasta él a través de una escalera metálica dispuesta desde el citado puente.
También señala el monasterio de San Jerónimo de Buenavista, construido también en el siglo XV, declarado Bien de Interés Cultural (BIC) e igualmente objeto de un proyecto de restauración ya completado, de cara a su uso como centro cívico. «Hoy es un gran edificio poco conocido por la mayoría de los sevillanos y sin el interés de éstos será difícil recuperar este patrimonio de toda la ciudad. Recuperación es lo que se requiere, no intervenciones costosas, desmesuradas, que no han logrado salvar lo realmente trascendente», opina este arquitecto.
Por último, señala el Cementerio de los Ingleses, ubicado junto al monasterio. Data de 1855, cuando el vicecónsul del Reino Unido, John B. Williams adquirió unas tierras ante la necesidad de dar sepultura a los marineros ingleses que morían de tuberculosis. En él, con más de 2.000 metros cuadrados, reposan los restos de más de 250 personas, en su mayoría británicos, pero también se enterraron alemanes, suecos y estadounidenses.
El cementerio es propiedad de la Asociación San Jorge, que hoy cuenta con más de 20 socios, familiares de personas enterradas en el lugar, que según este arquitecto «está abandonado y su estado de conservación es lamentable».
El cementerio, según el arquitecto, «sigue condenado a muerte por el propio Ayuntamiento, porque en el solar del que forma parte, Urbanismo ha dado luz verde a la construcción de dos torres de siete plantas que no sólo ahogarán aún más la vista del monasterio, sino que provocarán la eliminación del viejo cementerio de los Ingleses, que será un espacio libre privado, lo que podría traducirse en un parque o plaza», expone Aguilar, demandando la difusión de estos espacios y su inclusión en las guías turísticas.