La Medicina Forense, en la cuerda floja: no puede formarse ningún facultativo en España
La suspensión del Real Decreto bloquea tanto la extinción de la modalidad de escuela (que ya se había puesto en marcha) como el desarrollo de la especialidad troncal, que nunca ha llegado a ponerse en marcha. Los profesionales aseguran no saber “nada” sobre el futuro de la especialidad.
La anulación, por parte del Tribunal Supremo, del Real Decreto de Troncalidad de 2014, por el que se regulaba una nueva formación MIR de los médicos, ha dejado en un “limbo” legal a especialidades como la Medicina Legal y Forense, para la que actualmente no puede formarse ningún facultativo en España (salvo los que ya se estén formando).
El Real Decreto establecía el fin de las llamadas especialidades de escuela (que son como el resto, sólo que no se desarrollan en los hospitales, sino en escuelas específicas), entre ellas, la de Medicina Legal y Forense. De hecho, en la convocatoria MIR de 2016 ya no se ofrecieron plazas para esta especialidad.
Todo ello, paradójicamente, pese a que una reforma de 2015 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, (los forenses dependen de la administración de Justicia, no de la de Sanidad), establece que para poder formar parte del Cuerpo Nacional de Médicos Forenses es necesario tener la especialidad de Medicina Forense (antes, bastaba con tener el título de Medicina y presentarse a las oposiciones).
La idea, según señala a Consalud.es Sonsoles Castro, vocal de Administraciones Públicas del Colegio de Médicos de Salamanca, era acabar con la modalidad de escuela (como estaba sucediendo) e incluir a Medicina Forense como cualquier otra especialidad sanitaria, dentro de la Troncalidad, para que los forenses se formaran unos años en el hospital, y otros en un Instituto de Medicina Legal debidamente acreditados.
Este aspecto de la especialidad, sin embargo, nunca llegó a desarrollarse. “En marzo de 2014 fui elegida como representante de la OMC en la Comisión Nacional de la Especialidad, y estamos en febrero de 2017 y todavía, ni he sido convocada ni tengo conocimiento de nada. Ni tampoco lo tiene el presidente de la comisión saliente, porque he hablado con él y no tiene ningún tipo de información. Estamos en una especie de limbo”, señala Castro.
La anulación del Real Decreto de Troncalidad, además, complica aún más las cosas, porque abre la posibilidad a que puedan volver a convocarse plazas MIR por la vía de la modalidad de Escuela la cual, sin embargo, ya no serviría para acceder al Cuerpo de Forenses, según la Ley del Poder Judicial.
“No sabemos qué va a pasar. Está claro que ahora mismo no se puede aplicar esta ley, habrá que dejar un período hasta que salga la primera promoción de residentes conforme a la nueva normativa. Porque la especialidad aún no tiene ningún tipo de programa ni se sabe cómo se va a desarrollar”, añade la portavoz colegial.
Sonsoles Castro espera que la situación se esclarezca próximamente puesto que la incertidumbre jurídica, unida a la alta tasa de interinidad en el Cuerpo de Médicos Forenses y la escasa continuidad de las oposiciones, puede llevar a que “médicos que tienen vocación para ser forenses, acaben optando por otras especialidades que tengan un MIR desarrollado”.
Si bien, añade, esto no puede poner en peligro la continuidad del colectivo porque “médicos forenses siempre van a hacer falta”, más aún cuando se estima que la edad media de la plantilla actual supera los 50 años.
Agravio comparativo
Junto al aspecto jurídico de la especialidad, los médicos forenses también denuncian el “agravio comparativo” que sufren en relación al resto de médicos que pertenecen a los servicios públicos de salud. En este sentido, Antonio Fernández Pro, vocal Médicos de Administraciones públicas de la OMC, denuncia que algunos de estos profesionales, cobran la hora de guardia a 1,40 euros, y que, a diferencia del resto de médicos, a los forenses no es les reconocer la carrera profesional, pese a que la Ley de las Profesionales Sanitarias establece que todos los médicos han de tener reconocida la carrera profesional.