La empresa privada Tanatorios de Córdoba pide la disolución de Cecosam por “competencia desleal”

La empresa Tanatorios de Córdoba, gestora de dos centros privados en la capital, ha pedido la disolución de la sociedad municipal de cementerios, Cecosam, por considerar que de acuerdo a la ley de administraciones locales tendría que haber desaparecido en diciembre de 2015.

Así lo defiende en una alegación presentada al presupuesto municipal de 2017 (que se aprobará de forma definitiva en un Pleno del jueves 23), en la que además advierte de que el nuevo tanatorio que pretende hacer el Ayuntamiento viola las reglas de la libre y leal competencia y su puesta en marcha tendría serias consecuencias en los ingresos de la empresa. El Consistorio ya tiene un tanatorio de gestión pública en el cementerio de la Fuensanta, y prevé invertir 1,8 millones en la construcción de siete salas nuevas en el camposanto de San Rafael.

Sin embargo, este proyecto de Cecosam es aún sólo eso: un proyecto. Por este motivo, las alegaciones han sido tumbadas por el Órgano de Planificación Económico Presupuestaria del Ayuntamiento, que concluye que estas denuncias no se encuadran en los supuestos que regulan las reclamaciones contra las cuentas municipales, que son básicamente una relación de gastos e ingresos en la que no hay ni rastro del nuevo tanatorio. Figura únicamente en un plan estratégico que el Ayuntamiento aún ni siquiera ha aprobado. Las alegaciones presentadas por Tanatorios de Córdoba relativas al nuevo servicio tendrían que valorarse en un escenario distinto, una vez que el proyecto se ponga en marcha.

Sin embargo, Planificación Presupuestaria sí avanza algunas claves de este posible futuro conflicto. En cuanto a la disolución de la empresa municipal de cementerios, los técnicos del Consistorio defienden que sólo tendría que haberse ordenado de no haber cumplido los objetivos de estabilidad presupuestaria. La disposición novena de la ley reguladora de las bases del régimen local indicaba que las entidades adscritas a administraciones locales y que se encontraran en una situación de desequilibrio financiero debían aplicar un plan de corrección.

Sólo si este plan no daba los resultados esperados, la empresa tendría que ser disuelta. Sin embargo, y a pesar de los problemas que ha arrastrado la sociedad de cementerios, en 2015 se concluyó que Cecosam había alcanzado el equilibrio financiero necesario por lo que no era precisa su disolución. Y «así debió entenderlo en Ministerio [de Hacienda] no actuando de oficio», afirma el informe.