Más de 30 profesionales del sector funerario de Albacete se formarán en atención a familiares y tanatoestética

Mortualba, empresa concesionaria del Tanatorio de Albacete, ha organizado las Jornadas de “Atención a Familias” destinadas al sector funerario con el objetivo de formar a estos profesionales y mejorar el trato con los clientes. Los cursos tendrán lugar en el plano de la atención psicológica hoy martes, y el día 1 de marzo; mientras que los dedicados a la conservación y estética de los fallecidos serán los días 6,7,8 y 9 de marzo en el propio tanatorio.

Y es que, como explica el gerente de Mortualba, Julio Jiménez, es importante que aquellos que trabajan con los familiares de los fallecidos y con los propios cuerpos tengan una formación adecuada, para que cada vez se den servicios “más profesionalizados”, algo que “antes no se hacía”, y que ahora, en el ámbito de la estética cuenta con “innovadoras técnicas”, detalla. En este sentido, Jiménez ha apuntado que estos procesos estéticos y de tanatoplastia se están mejorando desde hace una década con minuciosos mecanismos en el maquillaje de los fallecidos, algo que contribuye a que quede un “mejor” recuerdo de esos duros momentos para la familia.

Trato psicológico
Según la concejal de Cementerios, Llanos Navarro las jornadas se orientan de un modo eminentemente “práctico, realista y adaptado” a las necesidades de los participantes, que les permitirán atender a las familias y a los clientes del manera eficaz, trasladando a su vez “una imagen de calidad, sensibilidad y profesionalidad”.

Otro de los objetivos de los cursos es el referente al desarrollo de estrategias que mejoren la atención a las familias, en lo que se engloba el conocimiento de una serie de procesos de atención para mejorar los resultados profesionales basados en el entrenamiento de competencias de éxito ante los familiares tales como la afectividad, la comunicación o la escucha. Todo ello vendrá de la mano del psicólogo Andrés Ledesma.

Y es que, como refleja Jiménez, estos son unos cursos “clave” porque los profesionales del sector funerario trabajan en momentos en los que la familia está afectada, algo que debe hacer que los profesionales tengan “conocimientos suficientes para poder ayudarles”, pues las condiciones son “bastante duras y complejas”, concluye.