“La variedad de precios de los servicios funerarios demuestra que no es necesario crear un tanatorio municipal”
El consejero delegado de Mémora, Juan Jesús Domingo, ha defendido, ayer martes, que la variedad de precios de los servicios funerarios de Barcelona es una razón más que demuestra que no es necesario crear un tanatorio municipal, porque los ciudadanos adaptan el servicio a sus capacidades, como señalan las diferencias entre distritos recogidas por un estudio de la UPF.
El gasto medio por servicio de 3.190 euros que cifra este informe, elaborado por el catedrático Oriol Amat y el economista Marc Oliveras, «no sorprende a nadie», ha aseverado en declaraciones a Europa Press Domingo el ejecutivo de Mémora, que forma parte de Serveis Funeraris de Barcelona (SFBsa), con un 85%, mientras que el otro 15% pertenece al Ayuntamiento, que prevé vender su participación.
Domingo ha sostenido que el proyecto de tanatorio municipal corresponde más «al terreno de la ideología» que al dirigido a beneficiar a los ciudadanos, y ha asegurado que las operadoras están dispuestas a colaborar con la administración pública, a las que ha pedido rebajar el IVA, situado en el 21% –algo que depende del Gobierno central–, y ha asegurado que el consistorio tiene margen para reducir los precios a través de la empresa pública Cementiris de Barcelona.
La ciudad de Barcelona, tiene el ratio de menos funerarias de todo el territorio español, hacen falta muchas funerarias y que se cree competencia, ahora existe un oligopolio muy perjudical para los ciudadanos. Memora esta preocupada porque le van a poner competencia. El iva es para el Estado y si baja más el impuesto, suben los precios los funerarios. Los pobres barceloneses les pegan cada palo en la factura que es un escándolo público contratar un servicio funerario. Vive la competencia libre.
¡Un poco de moralidad, señor consejero delegado! Casi me «muero» de la risa con eso de que «El gasto medio por servicio de 3.190 euros que cifra este informe ‘no sorprendre a nadie’ «.
El día 14 de noviembre de 2016 los «señores» de Mémora perpetraron conmigo un abuso funerario nauseabundo. Su enfermera-topo en el hospital sociosanitario Mutuam Güell me desvió a elllos de manera imperativa con el argumento de que al haber muerto mi madre en Barcelona sólo «Sancho de Ávila» (no dijo Mémora) podía recoger su cadáver. Aunque yo reaccioné inmediatamente que la iba a enterrar en Sta. Coloma de Gramenet , ciudad donde tenemos enterrado a mi padre en un nicho en propiedad. La enfermera me mintió, obviamente a cambio de una suculenta comisión, apenas cinco minutos después de salir de ls habitación donde mi madre yacía muerta tras agonizar durante más de dos días. Mi madre se convirtió en carroña para alimentar a buitres de moralidad dudosa, algo que tengo la obligación de denunciar bien alto sinntapujos.
El comercial de Mémora que me vendió el servicio, haciendo gala de una extrema amabilidad, en ningún momento me enseñó un catálogo de prestaciones. Me llevó a aquella sala donde estan los ferétros más carós (y no a la otra donde estan los económicos) y acto seguido y sin tiempo para reflexionar me vendió el amortajamiento y el ferétro al módico precio de 6.841€. Firmé todo tras manifestarle mi sorpresa por el alto precio. Nada me dijo. No estaba yo en condiciones de negociar nada ante la mala praxis a la que Mémora somete a sus comerciales, haciéndoles actuar como si de una entidad bancària se tratase, firmé el contrato como un perfectísimo gilipollas. El resto del servicio (sala de velatorio, corona, oficio religioso…) lo contraté dos horas después en la funeraria de Sta. Coloma, Justo allí fui consciente del juego sucio y canallesco de Mémora. Más de 8100€ entre las dos funerarias, cuando 6 años y medio antes enterré a mi padre en Sta. Coloma con un funeral muy digno por poco más de 2.200€!!!
Me consta que mi caso no es el único y que queda en anecdótico si lo comparamos con otros abusos perpetrades por Mémora. Me parece sencillamente indecente y de escasa moralidad que estos gánsters se lucren a costa del dolor que la muerte genera en los familiares del ser finado.
Lo expliqué todo con mucha sentimiento y rabia en esta carta publicada 10 días después del fallecimiento de mi madre:
http://www.elperiodico.com/es/entre-todos/participacion/funeraries-prou-lucrar-se-amb-dolor-mort-103179
Por favor, pido a los directivos y también a los empleados de Mémora y a sus chivatos en geriátricos y hospitales que mediten su código deontológico y busquen en el diccionario el sentido de estas tres palabras: «DIGNIDAD», «HUMANIDAD» y «PROFESIONALIDAD».
¡Un poco de moralidad, señor consejero delegado! Casi me “muero” de la risa con eso de que “El gasto medio por servicio de 3.190 euros que cifra este informe ‘no sorprendre a nadie’ “.
El día 14 de noviembre de 2016 los “señores” de Mémora perpetraron conmigo un abuso funerario nauseabundo. Su enfermera-topo en el hospital sociosanitario Mutuam Güell me desvió a elllos de manera imperativa con el argumento de que al haber muerto mi madre en Barcelona sólo “Sancho de Ávila” (no dijo Mémora) podía recoger su cadáver. Aunque yo reaccioné inmediatamente que la iba a enterrar en Sta. Coloma de Gramenet , ciudad donde tenemos enterrado a mi padre en un nicho en propiedad. La enfermera me mintió, obviamente a cambio de una suculenta comisión, apenas cinco minutos después de salir de ls habitación donde mi madre yacía muerta tras agonizar durante más de dos días. Mi madre se convirtió en carroña para alimentar a buitres de moralidad dudosa, algo que tengo la obligación de denunciar bien alto y sin tapujos.
El comercial de Mémora que me vendió el servicio, haciendo gala de una extrema amabilidad, en ningún momento me enseñó un catálogo de prestaciones. Me llevó a aquella sala donde están los ferétros más carós (y no a la otra donde están los económicos) y acto seguido y sin tiempo para reflexionar me vendió el amortajamiento y el ferétro al módico precio de 6.841€. Firmé todo tras manifestarle mi sorpresa por el alto precio. Nada me dijo. No estaba yo en condiciones de negociar nada ante la mala praxis a la que Mémora somete a sus comerciales, haciéndoles actuar como si de una entidad bancària se tratase, firmé el contrato como un perfectísimo gilipollas. El resto del servicio (sala de velatorio, corona, oficio religioso…) lo contraté dos horas después en la funeraria de Sta. Coloma. Justo allí fui consciente del juego sucio y canallesco de Mémora. Más de 8100€ entre las dos funerarias, cuando 6 años y medio antes enterré a mi padre en Sta. Coloma con un funeral muy digno por poco más de 2.200€!!!
Me consta que mi caso no es el único y que queda en anecdótico si lo comparamos con otros abusos perpetrades por Mémora. Me parece sencillamente indecente y de escasa moralidad que estos gánsters se lucren a costa del dolor que la muerte genera en los familiares del ser finado.
Lo expliqué todo con mucho sentimiento y rabia en esta carta publicada 10 días después del fallecimiento de mi madre:
http://www.elperiodico.com/es/entre-todos/participacion/funeraries-prou-lucrar-se-amb-dolor-mort-103179
Por favor, pido a los directivos y también a los empleados de Mémora y a sus chivatos en geriátricos y hospitales que mediten su código deontológico y busquen en el diccionario el sentido de estas tres palabras: “DIGNIDAD”, “HUMANIDAD” y “PROFESIONALIDAD”.