La ampliación del cementero de Huesca se adecuará a la época actual
El Ayuntamiento de Huesca comenzará este año la ampliación del cementerio, en un proyecto con vistas a una década y supondrá más que una ampliación, para ser una «nueva instalación» adecuada a los tiempos actuales.
El proyecto va más allá de una simple ampliación: además de los bloques de nichos necesarios para las demandas de la ciudad en los próximos 10 años, la significación del entorno, con una nueva puerta en la zona norte que será considerada como acceso principal, construcción de nuevos servicios (entre ellos, una zona para ceremonias civiles) e integración del conjunto en el entorno, con un vallado que permita observar el exterior y zonas de paseo y contemplación, como el caso de un «jardín de las cenizas».
La primera fase se acometerá este año, por valor de 352.000 euros. Servirá para construir 108 nuevos nichos, establecer la nueva plaza de entrada y disponer los servicios que permitan sucesivas ampliaciones. El proyecto completo supone una inversión de un millón de euros. Cuanto más presupuesto tenga el Consistorio más cortos serán los tiempos entre fases y en menos subproyectos habrá que dividir el plan total.
El programa de necesidades sobre el que se elaboró el proyecto contemplaba en primer lugar enterramientos suficientes para una década: bloques de nichos y columbarios pero, además, áreas para enterramientos en tierra y para panteones y criptas.
Se incluyó un jardín de las cenizas para depósito de los restos provenientes de las cremaciones.
Al primer bloque de 108 nichos que se edificará este año, le seguirá un segundo de 216 con nuevos columbarios en una segunda fase. El proyecto que se afrontará este año dejará ya preparado un acceso digno al nuevo cementerio y preparará las instalaciones para las futuras ampliaciones, con las infraestructuras de servicio necesarias.
Además de la provisión de espacios y estructuras de enterramiento, se han previsto nuevos servicios: un edificio para ceremonias civiles, un segundo horno crematorio, espacios para administración y otros usos así como una nueva zona de aparcamiento, ya en la última fase. También se mejorará la zona del cementerio civil.
A partir de este programa de necesidades, el arquitecto Sixto Marín estableció el proyecto que irá ejecutando el consistorio. Lo hizo con el objetivo fundamental de dar realce a una zona, la ampliación norte de las últimas décadas, que parece en permanente estado de provisionalidad y que rompe con la cierta placidez y el carácter amable del cementerio histórico o antiguo.
Así, además de mejorar el vallado y establecer un acceso que sea principal al conjunto de la instalación, el proyecto prevé integrar el conjunto en el entorno, con vegetación autóctona (que continúe con el ajardinamiento del primer área del cementerio) e invite al paseo, la estancia e incluso la contemplación. Se recuperarán, además, aspectos clásicos como pérgolas, porches u otros elementos de sombra.
Los bloques de nichos mantendrán continuidad con los construidos durante estos años para dotar a toda la zona nueva de unidad arquitectónica, apuntó el autor del proyecto durante la presentación del mismo que tuvo lugar el pasado viernes 31 de marzo.