El ayuntamiento abrirá concurso público para construir un nuevo tanatorio en el polígono Els Cirerers

El Ayuntamiento de Vilafranca del Penedès (provincia de Barcelona) ha escogido ya los terrenos que concederá durante los próximos 50 años a la empresa que gane el concurso para construir un segundo tanatorio en la localidad, y que estarán situados en el polígono Els Cirerers.

Según fuentes municipales, se trata de unos terrenos de unos 3.000 m2 que ahora son de propiedad municipal, situados en el polígono de Els Cirerers y donde el consistorio guarda en la actualidad los vehículos abandonados, a pocos metros de la nueva mezquita, que será la segunda mayor de Cataluña.

El portavoz del gobierno, Aureli Ruiz, explica que en breve abrirán un concurso público para que todas las empresas interesadas presenten ofertas. El consistorio prevé decidir la empresa adjudicataria en junio, la cual comenzaría las obras después del verano, para inaugurar el nuevo tanatorio el próximo año en la afueras de Vilafranaca.

Ruiz ha explicado que el pliego de condiciones establece la concesión del terreno por 50 años para que así «la empresa amortice el dinero que se gastará en el tanatorio». Además, según Ruiz, el pliego de cláusulas también obliga a la empresa a poner un precio de servicio básico y prohíbe que haya crematorio, al menos por el momento.

En este sentido, el concejal cree que el pleno de Vilafranca estaría de acuerdo en la necesidad de que la ciudad tuviera un crematorio, pero que en su momento ya se debatió con los vecinos y éstos no lo veían bien. «Veremos si abrimos el debate de nuevo dentro de un tiempo, pero de momento será sin crematorio», afirma Ruiz.

El portavoz del gobierno explica que después de varias reuniones con los portavoces de los diferentes partidos cree que se ha llegado a la conclusión de que el Ayuntamiento de Vilafranca no puede montar un tanatorio municipal. «Ni tenemos recursos ni creemos que sea viable. Los tanatorios municipales que conocemos tienen que poner los precios similares a los privados y algunos están a punto de quebrar porque no les puedes subvencionar, sino que deben autofinanciarse. No tenemos capacidad para hacer una funeraria pública», concluye.