En el Cementerio de los Reyes de Ginebra hacen un experimento con una especie de cápsula del tiempo
Desde el pasado mes de octubre la tumba de Jorge Luis Borges ha dejado de ser el único reclamo turístico del Cimetière des Rois (Cementerio de los Reyes) de Ginebra. Este pintoresco paraje de la ciudad suiza es ahora el escenario de un experimento artístico llevado a cabo por la francesa Sophie Calle.
Una especie de cápsula del tiempo con los pensamientos y las reflexiones de los paseantes que no se abrirá hasta el año 2036. Los restos de este experimento artístico se exhumarán dentro de varias décadas con el objetivo de crear, en su conjunto, un especie de ensayo histórico con los pensamientos recopilados durante todos esos años.
En la lápida que fue instalada hace ya unos meses en el cementerio se puede leer “Aquí reposan los secretos de los paseantes del Cementerio de los Reyes”. Una inscripción bajo la que reposan ya cientos de mensajes inconfesables a diario van depositando los visitantes de un lugar ya de por sí enigmático, erigido a mediados del siglo XV para acoger a los cuerpos sin vida de todos los afectados por la peste negra que asoló la ciudad.
Con esta cápsula del tiempo Ginebra los amantes del turismo funerario que visitan el lugar para conocer la sepultura de importantes figuras como Jorge Luis Borges, Émile Jaques-Balcroze o Jean Piaget, ahora encontrarán una peculiaridad más. Un final abierto para sus pensamientos más profundos, para sus ilusiones o para todos aquellos sueños que tal vez otros lleguen a ver realizados.