El suicidio es la primera causa de muerte violenta en Castilla y León, junto con accidentes y homicidios
La drástica reducción de los accidentes mortales de tráfico de los últimos años ha convertido a los suicidios en la primera causa de muertes violentas en Castilla y León, donde una media de más de medio centenar de personas pierde la vida cada mes por causas no naturales debido a accidentes, suicidios o homicidios, según se desprende de las memorias anuales de los últimos años de los tres institutos de medicina legal que prestan servicio en las nueve provincias de la Comunidad, a las que ha tenido acceso la Agencia Ical.
La caída en picado del número de víctimas mortales en las carreteras, que en caso de la red viaria de Castilla y León ha sido de un 76 por ciento entre 2003, cuando se contabilizaron 518 víctimas, y el año pasado, cuando la cifra bajó hasta las 124, contrasta con un ligero incremento en el número de suicidios, que desde el inicio de la crisis repuntaron un 6,9 por ciento, hasta los 231 contabilizados por los institutos forenses en 2015.
El jefe del servicio de Patología Forense del Instituto de Medicina Legal de Valladolid, José María Maderuelo Fernández, asegura que esta tendencia viene registrándose en los últimos diez años y recalca que mientras que en Valladolid en 2015 se contabilizaron 48 suicidios, sólo 25 personas perdieron la vida en la carreta.
En Palencia esta diferencia fue aún más grande, dado que cuatro personas perdieron la vida en las carreteras y 23 se la quitaron de forma voluntaria, mientras que en Salamanca se registró un equilibrio. En Ávila y Soria también hubo más suicidios -18 y 15, respectivamente- que muertos en las carreteras -15 y 10-, y sólo en las provincias de Burgos y Segovia se rompió esta tendencia. En el caso de la provincia burgalesa se registraron 36 fallecidos en la carretera y 32 suicidios, mientras que Segovia los 30 muertos en accidente de tráfico superaron a las 14 personas que se quitaron la vida de forma voluntaria.
En este sentido, el jefe del Servicio de Patología Forense del Instituto de Medicina Legal de Burgos, Joaquín González, explica que el número de muertes violentas en su conjunto se mantiene sin importantes variaciones en los últimos años, pero matiza que en provincia burgalesa la reducción del número de víctimas mortales en accidentes de tráfico ha sido menor debido a la alta siniestralidad que presenta la N-I. Las memoria del Instituto de Medicina Legal de León y Zamora no especifica el número de fallecidos en las carreteras.
Por otra parte, Maderuelo destaca que junto a esta tendencia, también se observa un incremento del número de personas, la mayoría de avanzada edad, que fallecen tras una caída. Este tipo de accidentes se han convertido en la principal causa de fallecimiento dentro de los siniestros fortuitos, y muy por delante de las reacciones adversas a la droga, segundo factor, los ahogamientos, las quemaduras y los atragantamientos.
En cuanto a los suicidios, tres de cada cuatro víctimas son hombres y el ahorcamiento se convierte en el principal método para quitarse la vida, por delante de la precipitaciones, la sumersión, las armas de fuego y la ingesta indiscriminada de fármacos.
En conjunto, los accidentes, ya sean de tráfico, laborales o domésticos, son la primera causa de fallecimiento no natural en Castilla y León y representan el 61,7 por ciento del total -389 de las 630 muertes violentas en el año 2015-, mientras que los suicidios representan el 36,1 por ciento -231-. Además, en ese ejercicio hubo que se sumar diez homicidios.
Por provincias, Valladolid se situó a la cabeza con 113 muertes violentas, cuatro más que en León, mientras que en la provincia de Burgos se contabilizaron 105. En el lado opuesto se situaron Palencia y Soria, ambas con 33, mientras que en Ávila y Segovia se contabilizaron 44. En Salamanca hubo 78 y en la provincia de Zamora, 68.
Los institutos de Medicina Legal y Ciencias Forenses son órganos cuya misión es auxiliar a los juzgados, tribunales, fiscalías y oficinas del Registro Civil mediante la práctica de pruebas periciales médicas, tanto tanatológicas (autopsias) como clínicas y de laboratorio. En el caso de Castilla y León hay diez, uno en cada capital de provincial y uno más en Ponferrada (León), que se encuentran agrupados en tres sedes en Burgos (subdirecciones en Soria, Ávila y Segovia), Valladolid (Palencia y Salamanca) y León (Zamora y Ponferrada).