ACCO cree beneficiosa la funeraria pública, pero reconoce ciertos riesgos por posible vulneración de neutralidad
La Autoridad Catalana de la Competencia (ACCO) considera que la decisión del Ayuntamiento de Barcelona de crear una funeraria pública puede ser beneficiosa desde una óptica competitiva, aunque presenta también algunos riesgos por la posible vulneración del principio de neutralidad competitiva.
El consistorio pidió a la ACCO que analizara las implicaciones que podía tener la creación de este nuevo operador público funerario con el fin de evitar comportamientos incompatibles con la Ley de Competencia.
En su valoración, la ACCO, organismo que depende de la Generalitat, señala que esta decisión «puede resultar beneficiosa» para promover la competencia, ya que la mera aparición de un nuevo operador en un mercado, ya sea público o privado, incrementa las presiones competitivas.
«Hecho especialmente relevante en un mercado como el de los servicios funerarios en Barcelona, caracterizado por una situación de oligopolio y unos precios elevados», subraya la ACCO, que también valora positivamente que la nueva funeraria municipal facilitará la entrada de nuevos operadores que no cuenten con esta infraestructura en la ciudad.
Sin embargo, la creación de este servicio municipal también puede presentar riesgos en términos de competencia, advierte la ACCO, por las posibles vulneraciones del principio de neutralidad competitiva que pudieran ocurrir.
El Ayuntamiento ha planteado una serie de medidas orientadas a evitar o minimizar estos posibles riesgos, aunque Competencia considera «deseable» que el consistorio hubiese realizado también un análisis del impacto competitivo de su decisión de participar en un mercado basado en los principios de necesidad, proporcionalidad y mínima distorsión.
Por ello, más allá de esta voluntad de preservación de los principios de competencia manifestados por el Ayuntamiento, la ACCO cree oportuno que se dote de un código o un programa de cumplimiento normativo y práctica responsable «que suponga un genuino compromiso de la empresa con la observancia de la normativa de competencia».
En todo caso, remarca este organismo, «la compatibilidad o no de la actuación de la empresa con el ordenamiento jurídico de competencia dependerá de la efectiva actuación que lleve a cabo en el mercado el operador público».
El objetivo del Ayuntamiento es que la nueva funeraria esté operativa en el año 2019 y que ofrezca un servicio completo por 2.900 euros que, con los servicios de cementerio y el IVA, llegaría a 3.800 euros, un precio que muy inferior a la media de 7.100 euros que se pagan ahora.
Para poder constituir la nueva empresa pública, el consistorio deberá poner a la venta su 15 % de Serveis Funeraris de Barcelona, ya que debe dejar de participar en una sociedad mercantil que se encuentra mayoritariamente en manos privadas, y evitar también la incompatibilidad de ser socio de una empresa que opera en el mismo mercado donde lo hará el nuevo organismo público.
