Piden al Govern que asuma el coste del traslado del difunto por mar hasta Formentera
Pese a que la Isla de Formentera (Mallorca) cuenta con un pequeño hospital, algunas personas fallecen en Can Misses (en Ibiza), o en el hospital de referencia de Balears, Son Espases, en Mallorca. Para ser enterrados en su isla, además del traslado aéreo a Ibiza, hay que sumarle el viaje en barco, la única vía de acceso a Formentera. «Es «una desventaja o hándicap» que sufren sólo los residentes en Formentera. No todos los formenterenses cuentan con un seguro que cubra este sobrecoste.
Por ello, el Consell de Formentera reclama al Govern balear, en las alegaciones al nuevo decreto de salud mortuoria, que bonifique estos traslados (al menos que sean más económicos) al objeto de conseguir «el equilibrio interno» que promulga el Estatut d’Autonomia entre todas las islas del archipiélago. «Se debería ponderar, como desequilibrio interno manifiesto, en el Fondo de Cooperación Económica con las entidades locales previsto en la ley 20/2006 de régimen local de les Illes Balears y en la normativa específica de financiación de los consells insulares», argumenta.
Pese a que el decreto de sanidad mortuoria no regula esta cuestión, el Consell de Formentera aprovecha la ocasión para evidenciar una vez más «la desventaja» que supone para sus residentes este hecho en comparación con el resto de Balears.
Crematorio en Santa Eulària
Además, el Consell considera que la Administración autonómica debería paliar «la falta manifiesta de equipamientos e instalaciones por motivos de economía de escala» que afecta a Formentera en sanidad mortuoria, en referencia a la construcción de un crematorio. Para incinerar a sus difuntos, los formenterenses se ven obligados a trasladar el cuerpo a Santa Eulària, con el sobrecoste que ello supone. El Consell proyecta construir un tanatorio, pero sin servicio de crematorio.
En sus alegaciones, Formentera apunta que, según su criterio, debe ser el Govern el que financie este sobrecoste que sufren sólo los formenterenses de modo similar a lo previsto en la Ley de Capitalidad de Palma para equiparar con los palmesanos (descuento de residente) el precio de los billetes de transporte entre el aeropuerto y el puerto de la capital mallorquina al centro de la ciudad que abonan los residentes en las Pitiusas y Menorca.
Una cosa parecida se debería prever para el caso del traslado de cadáveres entre islas por vía marítima, con Formentera como destino», recalca el Consell en su escrito. Formentera ya alegó, invocando el principio de libertad religiosa, contra la primera versión de la revisión del decreto de sanidad mortuoria porque impedía las ceremonias funerarias de cuerpo presente.
La conselleria balear de Salud ha dado marcha atrás y ahora da vía libre el traslado de los féretros a las iglesias u otros recintos antes del entierro, si se mantiene el cuerpo a una temperatura inferior a 18 grados. Si el sepelio se produce más de 48 horas después de la defunción, el cuerpo deberá someterse previamente a alguna técnica de conservación, como el embalsamamiento. Formentera valora este cambio porque distingue «la manera de vivir la muerte» en cada una de las islas.
El Consell también recuerda las consecuencias que supondrá para Formentera el cumplimiento de las condiciones que, según el decreto, deben reunir los cementerios de la isla.