Los musulmanes se quejan de que la Empresa Funeraria Municipal no cuida su cementerio
El cementerio musulmán situado en Son Valentí (Mallorca) presenta un estado de suciedad debido a los actos de incivismo, excrementos sobre las sepulturas y adornos florales destrozados son solo dos ejemplos que esgrimen los musulmanes con relación a su cementerio.
El cementerio islámico se encuentra situado muy cerca de dos entradas al camposanto antiguo, en la zona que da a la rotonda del camino de Jesús y muy cerca del camino de Ca l’Ardiaca. Sin indicaciones es muy difícil reparar en él, pero al mismo tiempo, es muy accesible y esa zona de Son Valentí, a determinadas horas, está más solitaria que otras del mismo recinto. Además, este área musulmana está parcialmente rodeada de cipreses, por lo que queda aislada del resto.
Esa es una de las quejas de los musulmanes. La falta de vigilancia. Según su versión, la Empresa Funeraria Municipal (EFM) dicen que les ha asegurado que no tiene medios, ni humanos ni técnicos, para aumentar la seguridad.
La denuncia pública de los familiares se suma a algunas que ha recibido la Federación Islámica de Balears. Su presidente, Mahfouz Abumahfouz, prefiere esperar y recabar más información antes de presentar una queja formal, pero sí manifiesta que es responsabilidad de la EFM mantener el cementerio islámico en buenas condiciones y que las exigencias de los ciudadanos musulmanes no son «nada fuera de lo normal».
Sobre el cementerio musulmán
La Liga Musulmana de Balears consiguió su deseo de contar con un espacio de enterramiento propio en el cementerio de Son Valentí de Palma, con espacio para 39 personas, donde poder darles sepultura según sus creencias y a las que se podrá acceder en régimen de alquiler durante cinco años.
La comunidad musulmana, está formada en Balears por 35.000 personas, el espacio de enterramiento fue cedido por el Ayuntamiento de Palma, aunque esperan poder ampliarlo en un futuro.
La Empresa Funeraria Municipal responde
El gerente de la Empresa Funeraria Municipal, Jordi Vilà, asegura que las quejas de los musulmanes por el estado de abandono y la falta de vigilancia de su cementerio dentro de Son Valentí carecen de fundamento. Vilà respondió a la denuncia pública de algunos familiares al encontrar excrementos sobre las sepulturas e indicó que este hecho se ha producido en otros sectores del recinto.
Vilà puso en duda que alguien a propósito defecara y destrozara las flores en el cementerio musulmán. Según informó, los robos de adornos florales, la suciedad y la rotura de elementos dentro del cementerio «es una situación constante» que se produce cada semana sin que afecte a un colectivo determinado. Es más, añadió que a la comunidad musulmana se le da «bastante facilidad para cumplir con sus rituales», por lo que rechazó que haya distinciones entre religiones dentro del camposanto.
El gerente de la EFM consideró que la limpieza y mantenimiento de Son Valentí es el correcto. Jordi Vilà añadió que todo lo que se recauda de las cuotas que pagan los titulares de las tumbas es invertido en el cementerio, para limpieza, jardinería, obras de mantenimiento, gastos de suministros y vigilancia.
Sobre las quejas por la falta de vigilancia, Vilà explicó que aumentar este servicio implicaría incrementar el importe de las cuotas y que, aun así, sería muy difícil garantizar una cobertura absoluta, ya que Son Valentí «cuenta con 20 hectáreas, poca afluencia de público y está lleno de rincones».
El gerente de la Funeraria también puntualizó que el cementerio musulmán cuenta con ocho sepulturas libres de las 39 y con «un uso muy bajo». De todas formas, Vilà comentó que este área se puede ampliar cuando sea necesario.