El arzobispo de Burgos promueve que los funerales se celebren en las parroquias
Un documento con el titular «Orientaciones sobre el servicio pastoral en los tanatorios de la ciudad de Burgos» publicado por el arzobispo de Burgos donde se ecoge una nueva normativa, que entrará en vigor «ad experimentum» a partir del 1 de septiembre, para unificar criterios pastorales y fomentar una mejor coordinación entre las parroquias y los tanatorios que redunden en una mejor atención pastoral y litúrgica de las exequias.
La expresión «ad experimentum» en una expresión en latín usada en la terminología jurídica-eclesiástica para indicar una aprobación limitada en el tiempo o la extensión, por ejemplo para una nueva ley, un nuevo ritual o una nueva congregación o comunidad.
El documento recuerda que «la atención del difunto pasa prioritariamente por la parroquia». Por ello, será esta quien «se encargará ordinariamente de la celebración del funeral, también en el tanatorio» en el caso que así lo haya solicitado el difunto o su familia.
El arzobispo insiste en la participación tanto del párroco como de los fieles de la parroquia en la celebración de exequias, priorizando el templo parroquial como lugar propio donde llevar a cabo el funeral, siempre que sea posible, teniendo en cuenta que se debe respetar al máximo la voluntad de los fieles y la mentalidad de la época y las costumbres de cada lugar.
«La existencia de los tanatorios y la realidad compleja de la vida urbana ha cambiado sustancialmente la celebración también de las exequias. La comodidad, la realidad de nuestra ciudad y del tráfico, la movilidad social, las premuras del tiempo… están en el fondo de muchas de las peticiones que solicitan la celebración de las exequias en la Capilla de los tanatorios», reflexiona el arzobispo que, por otro lado, concluye que «la realidad de la muerte es un hecho, cuyo significado y presencia ha cambiado mucho en nuestra sociedad. Cuando se pretende ocultar y silenciar, cuando sociológicamente se intenta ‘matar la muerte’».
Acompañar a la familia
Insiste Fidel Herranz en que la presencia de todo tipo de gente en los funerales, desde los más creyentes a los agnósticos, lo que supone para la iglesia el desafío pastoral de «conectar con todos ellos» al que propone responder con «equipos de pastoral de exequias que acompañen toda esta realidad: que conecten con la familia y la acompañen».
Para ello a partir del 1 de septiembre se crea la figura del del «capellán coordinador de tanatorios», encargado de llevar a cabo, junto con su equipo de sacerdotes de apoyo, los funerales que no puedan presidir los párrocos.
Será el encargado de coordinar toda la pastoral y culto de las exequias en los tanatorios, atender y acompañar pastoralmente a las familias en las salas velatorias, inscribir la partida de defunción en el libro habilitado para ello y efectuar la gestión de los respectivos araceles.
Asimismo, este sacerdote coordinador estará en contacto con las direcciones de las respectivas funerarias para el buen funcionamiento, así como cuidar que los tanatorios dispongan de todo lo necesario para celebrar el culto con dignidad.