El Ayuntamiento de Cullera dispondrá de una sala para ceremonias laicas en el cementerio
El teniente de alcalde de Servicios Exteriores del Ayuntamiento de Cullera, (provincia de Valencia), Salvador Tortajada, ha anunciado que el Consistorio habilitará la sala de velatorio del cementerio municipal para que se puedan realizar ceremonias funerarias civiles. Tortajada, se lo hizo saber a la asociación Cullera Laica el pasado mes de julio.
Se decide que «la sala de velatorio será preparada para que tenga las mismas condiciones que la capilla mediante bancos o sillas en el momento en que esta concejalía disponga de partida presupuestaria. La junta directiva de Cullera Laica valora pedir al ayuntamiento una aclaración.
En 2016 Cullera Laica solicitó al Ayuntamiento «el establecimiento de un lugar en el Cementerio Municipal para realizar actos propios de la liturgia laica, con igualdad de condiciones al resto de lugares de culto que puedan haber».
Apelando a la Constitución Española, que declara en su artículo 14º que «los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social». La Ley de Enterramientos en su artículo segundo «establece que se autorizará a los que lo soliciten el establecimiento en los cementerios municipales de capillas o lugares de culto».
El cementerio municipal no dispone de un lugar para ceremonias laicas, y existe una capilla católica y una sala de velatorio con una cruz. Esta situación llevó a la asociación a hacer dicha solicitud.
Al no recibir respuesta formal por parte del ayuntamiento, en abril la asociación reclamó una contestación. En ella, Tortajada proponía a las personas de convicciones no católicas a utilizar la sala de velatorio y a tener que solicitar previamente la retirada del crucifijo.
El 26 de junio, en un nuevo escrito, se pidió al gobierno local que reconsiderara su postura, además, se significaba que el establecimiento de una capilla laica podía ser apta para toda la ciudadanía y estaba en plena conformidad con el carácter aconfesional que debe regir en España.
