El cementerio de San Fernando de Sevilla no cumple la ley en materia de seguridad
La delicada situación que arrastra el cementerio de Sevilla desde hace años está empeorando en los últimos meses. La falta de personal, de material de trabajo, de mantenimiento de las instalaciones y un largo etcétera de incumplimientos ha alarmado al CSI-F, que ante la no respuesta por parte del Ayuntamiento de Sevilla a los oficios presentados ha decidido tomar otras vías.
Califican de «graves» las deficiencias y afirman que «se está incumpliendo la ley de prevención de riesgos laborales y se pone en peligro la integridad física de los trabajadores que manipulan los hornos». El escrito, al que ha tenido acceso El Correo, se centra en los incineradores, que desde hace meses ha disminuido su trabajo por falta de personal y esto ha ocasionado «molestias» a los familiares de los difuntos.
La plantilla de incineradores del cementerio de Sevilla cuenta con doce trabajadores actualmente, con los que «no se puede hacer frente al calendario porque no hay personal suficiente» o tienen que echar horas extra para paliar el déficit. Al respecto, tres empleados se encuentran de vacaciones y sólo hay nueve incineradores en septiembre. Por cada turno el mínimo establecido son tres personas para no incumplir la normativa de seguridad y la «no contratación» de personal «hará que algunos días del mes no se incinere». Critica el CSI-F que el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, anunció la incorporación de seis trabajadores para el cementerio pero no ha entrado nadie: «Está todo paralizado en intervención». Este hecho impide atender al ciudadano como se merece, aclaran los trabajadores.
Son los propios empleados los encargados de hacer tareas de mantenimiento, a pesar de que en su contrato no se especifican esas labores y deberían hacerlo empresas especializadas. «Dicen a los trabajadores que instalen las piezas que les traen para arreglar los hornos, pero no deben hacerlo», aclara el CSI-F. Los dos hornos en funcionamiento tienen problemas con el depresómetro y el indicador de humos, «así lleva años».
Es importante aclarar que el depresómetro es fundamental para saber el estado de la presión y de depresión que hay dentro de la cámara de combustión del horno. Con respecto al indicador de humos, es para saber si se está contaminando. Ambos son indicadores de seguridad que no están disponibles y que los empleados «hacen a ojo» por su experiencia.
También se está incumpliendo el calendario laboral porque no se han cubierto las vacantes, manifiesta el sindicato, que espera que tras la época estival se solucionen estos problemas que arrastra el cementerio. Otra de las cuestiones que le preocupan al CSI-F es que hay empresas privadas que están intentando «externalizar» el trabajo que llega al cementerio y se «miente» a las familias. Al respecto, solicita el sindicato que el Consistorio tome medidas.