Áltima acusa a la alcaldesa de Barcelona de «competencia desleal» si ofrece entierros a 1.800 euros

Áltima, empresa catalana especializada en la gestión de servicios funerarios, crematorios y cementerios, acusa a la alcaldesa Ada Colau de practicar «competencia desleal» si lleva a cabo su proyecto de abaratar los entierros, sin velatorio, a 1.800 euros, un coste que, según la empresa, «está por debajo de los costes reales».

El concejal de Presidencia del Ayuntamiento de Barcelona, Eloi Badia, ha manifestado, el pasado lunes 29, que el consistorio retomará el proyecto de crear una funeraria pública en el año 2020 y ofrecer antes un servicio de entierro de unos 1.800 euros IVA incluido, sin contar los gastos del cementerio, sobre un precio superior a los 5.000 euros.

Ante esta declaración del concejal, Áltima ha hecho público un comunicado en el que señala que el Ayuntamiento «debe plantear un expediente independiente al que presentó para la creación de la funeraria municipal» porque considera que se trata de otro proyecto «con sus propias características y condiciones que se tiene que poder conocer en detalle y presentar con todo el rigor, sin vaguedades como hasta ahora».

«Si el Ayuntamiento puede poner en marcha este servicio con todos los datos que se han hecho públicos hasta el momento, no hay duda de que el consistorio estaría actuando con una evidente ventaja competitiva respeto el resto de los operadores», advierte Áltima, que cree que Cementiris de Barcelona, que es quien asumiría este tipo de servicios, se beneficiaría de unas condiciones especiales como empresa pública.

Según Áltima, «Cementiris de Barcelona no sólo continuará en situación monopolística como única prestataria de los servicios de cremación en la ciudad, sino que podrá ampliar los servicios en la actividad funeraria, hasta ahora reservada a los operadores que se rigen por las ordenanzas municipales de servicios funerarios».

Para la funeraria, «los precios que se están publicando (1.800 euros sin sala de velatorio) están por debajo de los costes reales, una práctica comercial de competencia desleal, una muestra más de la ventaja competitiva del consistorio».

Tras exigir el «principio de neutralidad», la empresa funeraria ha advertido de que el Ayuntamiento «se verá obligado a realizar una serie de inversiones para acondicionar las instalaciones y dotarse de personal y vehículos para poder cubrir la posible demanda durante las 24 horas en los 365 días del año».

Según Áltima, el ayuntamiento tendrá que vender su participación del 15% a Serveis Funeraris de Barcelona para poder sacar adelante su propuesta de hacer entierros más baratos, ya que el Ayuntamiento de Barcelona forma parte del Consejo de Administración de una empresa funeraria, «a la cual estaría haciendo la competencia directa desde Cementiris de Barcelona».

Sobre el precio, Áltima ha reiterado que «el Ayuntamiento de Barcelona continúa manejando información a su conveniencia sin ajustarse a la realidad del mercado». Según Áltima, el gasto funerario medio de los servicios sin seguro es de 3.800 euros (sin IVA), no superior a los 5.000 euros como ha indicado el concejal.

Áltima ha explicado que hace más de 7 meses que está manteniendo encuentros con miembros del Ayuntamiento de Barcelona «para acordar los criterios que continúen garantizando la cobertura gratuita o bonificada de los servicios funerarios en el marco de las nuevas ordenanzas municipales, puesto que en el caso del sector funerario son las empresas quienes asumen en su totalidad este servicio».

Para Áltima, «detrás del anuncio de ofrecer servicios funerarios públicos, justo cuando el acuerdo ya se estaba cerrando, hay una maniobra de falta de lealtad y un uso indebido de la información que han estado facilitando las empresas del sector».