Julio Torres, tendrá reuniones con colectivos ciudadanos y formaciones políticas en contra el velatorio
Julio Torres, presidente de la Asociación en Defensa de La Laguna (Tenerife), ha puesto en marcha una ronda de reuniones con colectivos ciudadanos y formaciones políticas para frenar el velatorio que la Esclavitud del Cristo que se pretende construir en las inmediaciones del Real Santuario.
Torres, que desde el pasado año se había mostrado crítico con el proyecto, aseguró ayer que no dudará en dar los pasos que sean necesarios si la iniciativa sigue adelante. «Pasando por la Nunciatura, llegaríamos al Vaticano si hace falta», manifestó.
En declaraciones a EL DÍA, afirmó que baraja emprender acciones judiciales -«que nadie lo dude», apostilló-, y pidió que, en caso de existir dudas por parte del Ayuntamiento de La Laguna acerca de la actuación, se convoque una «consulta popular» para ver qué opinan los laguneros. Asimismo, indicó que ha visto «buena predisposición» hacia sus tesis por parte de las entidades con las que se ha sentado y que, una vez que concluyan esos encuentros, tiene previsto convocar una rueda de prensa.
«La creencia y la devoción de siglos hacia el Cristo de La Laguna no debe ser utilizada de forma mercantilista» y la «Esclavitud pretende edificar un macrotanatorio para ricos en la plaza en la que se divierten los pobres» son dos de las frases más rotundas del discurso de Torres, que, más que del proyecto, discrepó de su ubicación «en una zona tan importante de La Laguna, un espacio tan señero como la plaza del Cristo, donde se han celebrado durante más de cinco siglos todo tipo de actos».
El presidente de la Asociación en Defensa de La Laguna recordó que hay un Bien de Interés Cultural (BIC) incoado en el lugar, y añadió que la realización de una obra de esta naturaleza supone un «atropello». «No se trata de unas salas velatorias, pequeñas, sino de un macrotanatorio con seis salas», expresó, antes de mostrar su rechazo a la entrada y salida que se producirán de coches fúnebres. «No me quiero ni imaginar un Día de Reyes con los niños estrenando los patines y las bicicletas en la puerta del tanatorio», agregó sobre un inmueble que desde la Esclavitud, eso sí, han insistido en que tendrá la categoría de «velatorio». «La plaza del Cristo pasaría de estar en la memoria colectiva como un lugar lúdico y de fiesta a ser un espacio de dolor, desesperación y muerte», opinó.
A su juicio, el equipamiento no es necesario, dado que el municipio cuenta con el tanatorio de Servisa y las salas mortuorias del cementerio de San Luis, a las que, próximamente, se sumará un nuevo recinto de estas características en pleno casco histórico: el de los bethlemitas. «Hay laguneros que ya lo llaman el mamotorio en recuerdo al Mamotreto de Las Teresitas», señaló Torres, que tampoco respalda las dimensiones del edificio.
También miró hacia el Cabildo de Tenerife. Según dijo, le gustaría conocer la opinión de la consejera de Patrimonio, Josefa Mesa, en lo concerniente a ocupar, «sin excavaciones previas», un enclave histórico que «fue el primer asentamiento de los franciscanos en Tenerife». «No toda la Esclavitud del Cristo está de acuerdo. Es la Junta de Gobierno y cuatro o cinco señores que formaron la comisión», defendió, y pasó a mantener que, así se tratara de la postura de toda esta hermandad, ese posicionamiento «no puede estar por encima del interés de los ciudadanos de todo el término municipal y de la Isla en su conjunto».
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