El ayuntamiento le requiere, mediante carta, retirar los objetos depositados sobre la hierba junto a la tumba de su hijo
El pequeño Preston Flores murió en 2014 en la localidad de Aberdeen (Escocia) cuando tenía siete años, por las quemaduras que sufrió en gran parte de su cuerpo en el incidente en Bedford Avenue de 2014. Murió en el hospital después de permanecer ingresado unos días.
El pequeño fue enterrado en el cementerio de Hazlehead, y su familia recibió recientemente una carta del Ayuntamiento de Aberdeen que dice que cualquier recuerdo colocado en el césped frente a las lápidas debe ser eliminado para permitir que la hierba se corte con seguridad.
El niño fue enterrado en el cementerio de Hazlehead, y hace unos días, la familia recibió una carta del Ayuntamiento donde les advirtieron de que cualquier objeto colocado sobre el césped debía ser eliminado para permitir que la hierba se pudiese cortar con la suficiente seguridad. Esto provocó la indignación de los familiares del pequeño, llegando a ponerse en contacto con la cadena BBC para declarar que si eso sucede, sería «simplemente vergonzoso». Además, el padre de Preston ha asegurado que, si es necesario, permanecerá día y noche en la tumba de su hijo para que esto no ocurra.
La carta, a la que ha tenido acceso BBC Scotland, informa de que «por razones de salud y seguridad, cualquier jarrón o recuerdo colocado en el piso de la cabeza de una tumba debe estar al menos a 75 mm (3 pulgadas) del borde de la hierba para permitir el mantenimiento en el suelo. No se permitirá vidrio, malla, líquidos alimenticios ni ningún elemento que emita ruido. Estos se eliminarán inmediatamente sin previo aviso».
El padre del niño dice que harán «lo que sea necesario» para que dejen de eliminar cosas y mantendrá una reunión en el Ayuntamiento. Por su parte, las autoridades locales han emitido un comunicado en el que aseguran que se trata de «una carta estándar que se emite cuando se lleva a cabo el mantenimiento del cementerio» y aseguran que este se realiza de una manera «sensible y digna».
«Si es necesario dormiré en la tumba de mi hijo para que no se lleven las cosas», declaraba el padre, del pequeño.
