Disponemos de siete días para informar a nuestra aseguradora de que hemos sufrido un accidente
Tener un percance con el coche puede ser el inicio de un agotador proceso de gestiones y trámites: buscar el mejor taller para reparar el vehículo, conseguir un método de transporte alternativo para el día a día, gestionar el parte cuando el choque es con otro vehículo, reponer cualquier objeto personal que haya podido sufrir desperfectos… Un compendio de tediosa burocracia que puede hacer que alguna gestión se retrase o cuelgue con el paso de los días y la vuelta a la rutina.
Es imprescindible que, entre los primeros trámites tras el percance, esté la comunicación con la compañía aseguradora. La empresa que nos presta el servicio de la póliza con la que proteger nuestro vehículo y a nosotros mismos debe estar notificada en un plazo máximo de siete días del suceso, sus implicaciones y cualquier parte o información importante al respecto.
La Ley del Contrato del Seguro, publicada por el Boletín Oficial del Estado en octubre de 1980, especifica en su decimosexto artículo la necesidad de informar a la compañía aseguradora los siniestros en un plazo máximo de siete días. De hecho, la propia ley otorga a la aseguradora el derecho de reclamar daños y perjuicios que puedan derivarse de la falta de notificación.
Un proceso ágil y eficiente
Una vez la compañía aseguradora recibe la notificación de un siniestro, comienza un proceso que tiene dos máximas: ser lo más rápido y ágil posible, a la vez que ser preciso y eficiente para no dejar nada por el camino. Y ahí es donde entra Intrages.
Intrages ayudan a las aseguradoras a que, una vez que abren el parte de un siniestro, puedan completar todas las gestiones y obtener los documentos necesarios para cerrarlo con un resultado positivo para todas las partes en el menor tiempo posible. Localizamos y obtenemos atestados, gestionamos los documentos pertinentes con entidades públicas y cuerpos y fuerzas de seguridad y facilitamos así a las compañías aseguradoras todo lo que precisan para que su asegurado pueda tener su expediente resuelto con la mayor celeridad.
La transformación digital ha hecho que los usuarios sean más exigentes y estén acostumbrados a gestiones más ágiles: por ello, las empresas que trabajan en el sector asegurador aprenden y mejoran sus servicios para adaptarse a los nuevos tiempos. Un proceso de doble dirección que comienza, antes de que los agentes de la industria aseguradora entren en acción, con el cumplimiento de los plazos legales por parte de los usuarios.