Unas obras en el Museo Vinseum descubren un cementerio medieval en Vilafranca del Penedés
Las obras de ampliación del equipamiento cultural de Vinseum, en el antiguo edificio de Cal Pa i Figues, en el centro de Vilafranca del Penedés (provincia de Barcelona), han puesto al descubierto un cementerio medieval, el más importante que nunca se haya excavado en el municipio.
El Museo de las Culturas del Vino de Cataluña o VINSEUM es un museo situado en una antigua casa-palacio de los reyes de la Corona de Aragón, en Villafranca del Penedés.
Xavi Esteve, de la empresa Tríade Servicios Culturales, encargada de la excavación arqueológica, ha explicado que, de momento, se han localizado los restos de una cuarentena de personas enterradas en lo que sería un cementerio cristiano que estuvo en servicio a caballo de los siglos XIII y XVI, que es cuando el Hospital de los Trinitarios cambió su emplazamiento hasta otra calle próxima.
Los arqueólogos que participan en las excavaciones del espacio que ocupará la ampliación del edificio de Vinseum creen que podrán descubrir más restos humanos y que todos estos hallazgos aportarán datos muy valiosos, por ejemplo, sobre la altura media y la estado de salud de los habitantes de Vilafranca durante la Edad Media.
Los restos localizados se encuentran en fosas simples, con los difuntos de espaldas al suelo con los brazos cruzados a la altura de la cintura, y con fosas individualizadas, aunque también ha llamado la atención el hallazgo de dos enterramientos dobles.
En uno de estos espacios están los restos óseos de un hombre y una mujer, una mano de ella sobre el muslo del hombre y, en otra fosa, se han encontrado dos personas enterradas que corresponderían a los restos de un joven que tendría unos 15 años cuando murió a cuyos pies se encuentra el esqueleto de un bebé.
Aparte del cementerio, entre las estructuras más modernas se han localizado también dos vertederos de los siglos XVII-XVIII, donde algunos alfareros de la localidad tiraban los fragmentos de cerámica mal cocida o rota de sus obradores.
Destacan numerosos fragmentos de los famosos cántaros de Vilafranca y también se han descubierto los cimientos de una edificación situada detrás de las capillas de los Dolors i de Sant Pelegrí, que podría haber tenido relación con estos edificios religiosos.
Además se han encontrado numerosos silos de grandes dimensiones que se cree que pueden fecharse principalmente entre los siglos XIII y XIV. Justo en el límite de la obra se ha localizado un muro que marcaría el final de los edificios localizados en esta primera intervención y que en la misma época podían haber formado parte del Call de Vilafranca, aunque todavía está en proceso de estudio
Las tareas de excavación se han compaginado con la obra arquitectónica y el tratamiento de los restos está controlado y autorizado por el Servicio de Arqueología y Paleontología de la Generalidad.