Cervera habilita un espacio en su cementerio municipal para bebés mortinatos
El cementerio de la localidad de Cervera (provincia de Lérida) cuenta desde ahora con una zona verde delimitada con piedras blancas y un olivo en el centro en un espacio bautizado con el nombre de Emprentes, (en castellano Huellas).
Un árbol al que se le han ido colgando estrellas, frases, algún muñeco y en cuyo alrededor también depositan velas y flores. Mensajes de despedida de los padres de bebés que han nacido sin vida.
Cervera se suma a la iniciativa de otros municipios como Calaf (Barcelona) y Oviedo, que también ha habilitado espacios en sus cementerios municipales con unas características muy parecidas. La idea surgió entre los propios grupos de duelo de los padres que han tenido hijos mortinatos (fetos que nacen muertos).
Sobre esta iniciativa, promovida por el Servei de Dol de Ponent en Cervera, ya se ha interesado el Ayuntamiento de Tàrrega, el de Lérida y el de la Seu d’Urgell y ha sido presentado también en Balaguer y Les Borges Blanques, explica Begoña Giménez, coordinadora de Servei de suport al dol de Ponent.
Servei de Dol de Ponent cuentan con grupos de apoyo y equipos de profesionales preparados para ayudar en el llamado duelo gestacional, perinatal y neonatal. Las familias que pasan por la muerte de un pequeño que aún no ha nacido y se encuentran con el vacío que existe para lidiar con la situación.