Necroturismo en Trujillo: Una nueva ruta que recorre enterramientos de la antigüedad
Desde Adalberti Extremadura, empresa de rutas turísticas, se brinda una experiencia de necroturismo en el cementerio de la ciudad de Trujillo (provincia de Cáceres). Una experiencia adaptada pata rodos los públicos, ya que se trata de descubrir la riqueza histórica y patrimonial de la ciudad a través, sobre todo, «de sus antepasados y sus eternas moradas».
Así lo asegura la responsable de la ruta, Miriam Marín, mientras comienza el recorrido cronológico y cultural que parte de la plaza Mayor.
Una quincena de alumnos del Grado Superior de Guía, Información y Asistencia Turística del IES Turgalium ha hecho las veces de visitantes en esta experiencia pionera, en la que los escudos heráldicos juegan un papel fundamental. El primer punto a visitar ha sido la iglesia de Santa María la Mayor, lugar escogido para los enterramientos de las personalidades más ilustres que fraguaron la historia medieval de la ciudad. Allí, cual detectives, los participantes han interpretado las inscripciones de las tumbas e identificado, a través de la heráldica, las familias y linajes que recibieron sepultura allí.
El paseo histórico por la ciudad también ha hecho parada en el cementerio de la Vera Cruz, siendo el primero que tuvo Trujillo, y que se encuentra intramuros, cuenta Marín. Pero lejos de detenerse en el sinfín de panteones y sepulcros de gran variedad artística, los alumnos trujillanos también se han fijado, siempre a través de la ineractividad y el juego, en la ornitología, la naturaleza y el paisajismo.
«Cuando uno recorre el cementerio puede escuchar el canto de muchas aves e incluso ver a algunos pequeños mamíferos que lo habitan», cuenta la responsable de Adalberti Extremadura. Y algo similar ocurre con la variada vegetación que puebla este camposanto. Aunque los ojos se detienen en algunos enterramientos poco usuales en nuestro país. Y es que encontramos algunas parcelas que más pudieran pertenecer «a cementerios mejicanos e incluso egipcios», dice.
Trujillo incluye una nueva ruta en la que ver con otros ojos la ciudad, «recorriendo diferentes lugares que se encontraban en la sombra con respecto a otros monumentos y que ahora brillan con luz propia», cuenta Miriam Marín.
La experiencia, de unas dos horas, tiene un precio de 10 euros por persona, siendo gratis para los menores de 12. En definitiva, se trata de «rutas del siglo XXI para gente del siglo XXI», añade, mientras observa atenta el grupo de futuros guías, creadores también de una original ruta que descubre juegos esculpidos en las piedras de la ciudad.