Usuarios del cementerio de Catabois se quejan del continuo robo de flores de las tumbas
Todas las semanas desde hace unos meses gente sin escrúpulos se dedican a robar las flores de las tumbas y nichos del cementerio de Catabois en Ferrol (provincia de La Coruña). Algunas veces encuentran las flores en otras tumbas.
La mayoría se quejan de haber sufrido robos entre una y cuatro veces en los últimos meses, “dos o tres días después de haber dejado un ramos en la tumba de mi madre, comprobamos que había desaparecido” nos dice una mujer.
Incluso una usuaria ha dejado una nota dirigida a quienes le roban las flores de la tumba de su padre: “Por el alma de la persona. Para quién se las llevas. No me las robes, por favor”.
“Robos se producen todo el año”, nos dice una usuaria, pero en el mes de octubre pasado hubo un robo masivo, y hasta diciembre no volvieron a desaparecer más ramos de flores, si bien, más de un usuario dice haber encontrado las flores que llevo a un familiar depositadas en otra tumba y en otras ocasiones simplemente las habían robado y no las vuelven a ver a pesar de dar vueltas por todo el cementerio.
El personal de mantenimiento no puede identificar si alguien que deja o se lleva unas flores es el propietario o titular del nicho, o simplemente va a dejar un ramos a un conocido, o si es un familiar del fallecido. Además, hay que tener en cuenta que hay 16.000 nichos, por lo que los trabajadores se encuentran desperdigados y conocen a muy pocos propietarios. Las cámaras de seguridad que piden algunos usuarios tampoco ayudarían mucho. Asimismo, allí no ven tan continuos estos robos.
Floristerías de la zona reconocen el aumento de las ventas
Las floristerías cercanas aseguran haber notado un aumento en la venta de flores desde hace unos años a esta parte, aseguran que hay “casos similares todas las semanas y todo el año” especialmente en las fechas clave del camposanto, Día de los Difuntos y Navidad, en esas fechas la cantidad de robos fue “tremenda”.
Se llevan cualquier flor, pero la flor buena, la cara, es la que más se llevan. En una de las floristerías, las más activas de la zona, incluso citan un caso extravagante de diciembre, en el que no solo se llevaron los adornos, sino también la jardinera. No tuvieron que buscar mucho, porque apareció con todo cuatro nichos más abajo.
Este problema generalizado, que también ha llegado a cementerios más pequeños como el de Serantes y seguro que a alguno más, viene de largo. Ya en el 2003, La Voz recogía el malestar de un lector: «Muchos vecinos de Ferrol se quejan de los continuos robos de flores que a diario se producen en el cementerio, cuestión que padecen desde hace años.