Los terrenos expropiados para ampliar el cementerio de Fuente Álamo se ocuparán el 13 de febrero
Un paso más del Ayuntamiento de Fuente Álamo (Región de Murcia) para solucionar la falta de espacio en el cementerio municipal, una asignatura pendiente desde 2003, cuando se vendió la última parcela en propiedad para panteones y nichos.
El próximo 13 de febrero, tras cumplimentar un sinfín de trámites legales, el Consistorio podrá ocupar ya unos terrenos anexos al camposanto que miden más de 6.000 metros cuadrados, en virtud de un expediente de expropiación forzosa aprobado en el Pleno y refrendado por el Consejo de Gobierno de la Comunidad Autónoma.
En estos años sin espacio, los familiares de difuntos no propietarios que han optado por enterrar a sus seres queridos en este cementerio han tenido que hacerlo en los nichos públicos municipales. Actualmente, las peticiones de concesión de parcelas en lista de espera es de 130.
Sin embargo, las obras de urbanización no podrán comenzar hasta primavera, ya que el Ayuntamiento está impedido legalmente a licitar el proyecto hasta que no se haga efectiva la ocupación legal del suelo. Ese trámite de contratación llevará «unos dos meses y, probablemente, las obras puedan comenzar en verano», según el alcalde, Antonio Jesús García Conesa.
Las dos parcelas registrales afectadas por el proceso de expropiación suman exactamente 6.243 metros cuadrados, y el «justiprecio calculado por una tasadora independiente es de 203.484 euros».
Por su parte, la licitación de la obra de urbanización del nuevo espacio asciende a un importe económico de 117.119 euros. En total, habrá 188 parcelas para panteones y 57 nichos individuales en pared. Así que, si todo marcha según los plazos previstos, los trabajos estarán terminados antes del verano.
El alcalde se muestra «muy satisfecho» con los pasos que se han dado y con el alto nivel de consenso alcanzado con el resto de grupos políticos del Consistorio, a los que ha agradeció su apoyo. Y aseguró que «la solución no se podía demorar ni un día más, porque hay muchas familias que llevan años esperando y se trata de una cuestión necesaria y al mismo tiempo muy sensible».
