Cómo será el futuro cementerio de la localidad de Deba, tras su renovado proyecto
Veintitrés años después el Ayuntamiento de Deba (provincia de Gipuzkoa) ha retomado el proyecto que organizaba un concurso de ideas y encargó ese proyecto al arquitecto Luciano Pagaegi para trasladar el cementerio del pueblo al ámbito de Artzabal.
El actual Consistorio ha retomado aquel proyecto y tras alguna modificación lo ha sacado a concurso público con el objetivo de iniciar las obras lo antes posible.
Diseñado por Sabai arkitektoak, el renovado proyecto para trasladar el cementerio de Amillaga a los terrenos de Artzabal situados en la ladera existente frente al campo de fútbol (al otro lado de la carretera N-634) ha salido a licitación con un presupuesto de 2.146.223 euros (IVA incluido) y un plazo de ejecución de doce meses.
CARACTERÍSTICAS DEL CEMENTERIO
Diseñado tras analizar la evolución de muertes, enterramientos, nichos e incineraciones registrados en la localidad en los últimos cinco años, el futuro cementerio de Deba tendrá “siete módulos para 63 nichos, siete módulos para 42 enterramientos, 73 módulos para 438 columbarios, un osario y una fosa común en la que se depositarán las incineraciones de los restos de cadáveres que reposan en el actual cementerio de Amillaga”. Todo ello, con la particularidad de que para esa fosa común se propone el diseño de un elemento escultórico “a fin de que no sea una zona anónima”.
Además, en el interior del recinto se acondicionarán espacios para homenajes y despedidas y para la exposición de féretros (velatorio);así como aseos públicos y dependencias para oficinas, limpieza, almacén…
En cualquier caso, los responsables municipales recuerdan que el equipamiento de Artzabal se construirá “porque el cementerio actual impide la construcción del vial de unión con Agirretxe y el futuro desarrollo urbanístico de esa zona”.
Si las previsiones se cumplen, el nuevo recinto funerario de Deba será una realidad para la primavera del próximo año. Mientras tanto, el actual cementerio de Amillaga seguirá funcionando “con total normalidad”; toda vez que “por cuestiones legales, no se puede empezar a vaciar el viejo cementerio hasta que el nuevo esté listo para empezar a ofrecer sus servicios”. A partir de ese momento, la ley establece un periodo de hasta diez años para completar el traslado de los restos de un equipamiento al otro”. Noticia relacionada