La zona Norte de Tenerife sigue sin disponer de un crematorio para incinerar a sus fallecidos
La zona Norte de Santa Cruz de Tenerife (Canarias), desde el Valle de la Orotava hasta la Isla Baja, con 15 municipios donde con un total de 224.000 personas, no dispone de un crematorio donde incinerar a sus muertos.
Desde el año 2003 se viene hablando de la construcción de un moderno tanatorio que disponga de un horno crematorio en los municipios de el Puerto de la Cruz, La Orotava, Icod de los Vinos o en Tacoronte, pero ningún proyecto se ha concretado.
A día de hoy para poder incinerar a un fallecido en la zona Norte tienen que desplazarse a prácticamente 77 kilómetros de Buenavista. Los Ayuntamientos norteños han iniciado pequeña modernización de las salas velatorios repartidas por sus barrios y cascos urbanos, debido, en gran medida, por el decreto de Sanidad Mortuoria de Canarias, aprobado en 2014.
La cremación es una alternativa que la Iglesia Católica permite desde el año 1963, aunque en 2016 aclaró que no tolera «la dispersión de las cenizas en el aire, en la tierra o en el agua o en cualquier otra forma, o la conversión de las cenizas en recuerdos conmemorativos, piezas de joyería u otros artículos».
Según la Asociación Nacional de Servicios Funerarios, la tasa de cremación se sitúa por encima del 38% en España y se estima que en 2025 este dato se elevará hasta el 60%.
Ese cambio de tendencia tiene en el Norte una dificultad añadida: la molestia e incomodidad que supone para familiares y amigos de los fallecidos desplazarse hasta el área metropolitana para la cremación. En enero de este año, los habitantes del Sur de la Isla han dejado de tener ese mismo problema. La empresa Mémora invirtió más de un millón de euros en el primer tanatorio con horno crematorio de esta vertiente de la Isla.
En el Norte, sólo el grupo de gobierno en minoría de CC en el Ayuntamiento de Tacoronte defiende un proyecto de este tipo. Lo planteó en 2015 como una propuesta de construcción y explotación en régimen de concesión de obra pública. Y lo intentó aprobar en pleno en tres ocasiones, sin éxito.