2002: La burocracia retrasa la construcción del tanatorio y el incinerador de Boisaca
Los engorrosos trámites administrativos fue la explicación dada por el gobierno municipal del 2002, del socialista Xosé Sánchez Bugallo, para justificar el retraso en la construcción del tanatorio y el incinerador de Boisaca.
El problema fue que la burocracia ralentizó el proceso de expropiación y, de momento, los túmulos que existen en los centros hospitalarios y los tanatorios privados de Montouto y Bertamiráns (Ames) son los únicos que pueden dar un servicio necesario. El grupo municipal del PP en el Concello creen que, además, es fundamental ampliar el área de enterramientos. El gobierno local era sincero en el 2002, y reconocía que ambas instalaciones no serían una realidad ese año ni el próximo.
La disposición de los terrenos necesarios para acometer la obra está en proceso de expropiación, pero difícilmente el trabajo se iba a terminar en ese mandato. El grupo popular, en su momento, lamentó la pérdida de tiempo del equipo de Gobierno, y dijo que era preciso llegar al final del proceso expropiatorio. Los populares reclaman, asimismo, un acuerdo con los propietarios del suelo número 35 para la construcción de un vial para mejorar el acceso al camposanto.
La privatización del Concello revertida por la Xunta
El Concello había llegado a un acuerdo con la sociedad Boisaca S.L. para que desarrollase una parcela de 4.000 metros cuadrados para ambos usos, pero una decisión de la Xunta (que hacía público lo privatizado por Raxoi) dio al traste con la posibilidad. En el concurso, Trapsa se quedó con la concesión del Tanatorio, pero sin los terrenos para ejecutar la obra y asumir la concesión.
El expediente de la expropiación de la parcela que siguió a las negociaciones para la adquisición de los terrenos se puso en marcha, y en cuestión de meses podría estar cerrado el proceso, pero no a tiempo para terminar las obras en el plazo previamente establecido. La inauguración del tanatorio de Boisaca (en la imagen de Paco Rodríguez) aún tuvo que esperar hasta septiembre del 2005, tres años después de reiniciarse el proceso. Voz de Galicia