Trabajadores declaran ante el juez desconocer si se cometían irregularidades en la funeraria El Salvador

Trabajadores del Grupo funerario El Salvador de Valladolid, acusado como presunto autor de estafa por cambiar ataúdes por otros más baratos antes de las incineraciones, han declarado que desconocían que pudieran estar llevándose a cabo esas prácticas.

Así lo han manifestado otros cuatro empleados que han declarado ayer viernes como testigos ante el Juzgado de Instrucción número 6 de Valladolid, han informado fuentes jurídicas.

Los testigos son una trabajadora con labores de recepcionista, un sobrino del propietario de la funeraria que desempeñaba su labor como tramitador y dos albañiles.

Todos ellos han coincidido en que desconocían que se produjeran cambios de ataúdes entre 1995 y 2015 para revenderlos, una estafa que según fuentes de la investigación podría llegar a afectar a 6.000 personas.

En concreto, la recepcionista ha indicado que en ocasiones se cambiaba el lugar y la hora de las incineraciones, normalmente a petición de la familia, y en todo caso esta siempre estaba avisada.

En cuanto a las ataúdes vendidos, ha dicho que en todos los años como trabajadora solo ha vendido cuatro o cinco de los más caros, por un importe de unos 3.000 euros.

El sobrino del dueño del Grupo ha declarado que se encargaba de tareas de tramitador en el antiguo tanatorio, donde no se realizaban incineraciones, y en cuanto los ataúdes ha explicado que los que más se vendían eran los baratos para las incineraciones.

El Juzgado de Instrucción Número 6 de Valladolid centra la investigación abierta sobre la actividad del grupo funerario en la supuesta comisión de delitos continuados de estafa y falsedad, contra la hacienda pública, blanqueo y organización criminal.