Funeraria El Salvador disponía de un almacén donde guardaba las coronas y flores ya utilizadas
Uno de los cuatro testigos que declaró ayer viernes en el juicio por el cambio de ataúdes por otros de menor valor antes de la cremación en el Grupo Funerario El Salvador en Valladolid, ha asegurado que la funeraria tenía un almacén en el que guardaban durante días las coronas y flores que acompañaban al difunto y que no se habían llevado los familiares.
El testigo, trabajador en activo de la empresa, ha confesado ante el juzgado de Instrucción número 6 de Valladolid que se encarga del caso, que estas flores y coronas se almacenaban, aunque ha manifestado que no se reutilizaban para otros velatorios.
Además, esta misma versión ya fue manifestada por otro de los trabajadores en activo que acudió como testigo semanas atrás y que hoy se ha vuelto a indicar ante la jueza, en una sesión en la que las declaraciones han seguido la misma línea que anteriores viernes, en la que todos los testigos han afirmado desconocer las prácticas del cambio de ataúdes, que se investigan entre los años 1995 y 2015 y que podrían haber afectado a 6.000 personas.
En concreto, dos de ellos desempeñaban labores comerciales y de facturación en la oficina principal de la Calle Angustias, y al ser preguntados por contabilidad han asegurado desconocerla al no desarrollar esas funciones dentro de la empresa.
Los otros dos testigos tenían funciones de limpieza y uno de ellos ha confesado que además de realizar diferentes funciones dentro del Grupo, con puestos que en ocasiones iban rotando en función de la época, en el caso de limpieza también habían desempeñado estas tareas en inmuebles de la familia Morchón.
Sobre las responsabilidades del propietario y de sus hijos, los testigos han declarado que el propietario, Ignacio Morchón, continuaba siendo el jefe y el único que daba instrucciones, incluso después de jubilarse en el año 2010.
Sobre los hijos, todas las personas que han declarado en la jornada de este viernes han indicado que no sostenían puestos de responsabilidad, con funciones figurativas, que eran escasas y en ocasiones esporádicas, según han comentado fuentes jurídicas.