Los crematorios de Valencia tendrán filtros de control de gases para evitar los efectos nocivos
El Ayuntamiento de Valencia ha licitado la prestación de los servicios de mantenimiento y explotación de los hornos crematorios del Cementerio General. La licitación incluye como novedad la actualización del sistema de filtrado de gases así como de los equipos de medición de partículas.
Además del crematorio que gestiona el Ayuntamiento, hay otro, el del Tanatorio Municipal, gestionado por una empresa concesionaria que también se adaptará a la legislación vigente y también incluirá los nuevos filtros, según ha informado el el propio Ayuntamiento.
El Consistorio ha hecho de «intermediario» entre la empresa y la Conselleria de este área para trasladar el proyecto de una a otra. El concejal delegado de Cementerios y Servicios Funerarios, Alejandro Ramón, ha explicado que se trata de una «inversión importante, que requiere un estudio técnico también considerable y que permitirá adaptar en tiempo y forma los hornos crematorios de nuestra ciudad a la legislación medioambiental».
El presupuesto total de licitación es de 2.253.434,97 euros y se estima que la intervención podría estar terminada durante el primer semestre del año que viene.
Según ha recalcado el consistorio, el respecto al medio ambiente «es uno de los objetivos de una intervención con que se incidirá en el control en los hornos crematorios municipales de los parámetros de emisión de partículas que establece la normativa vigente«, gracias a un sistema de filtros que retendrán las partículas y reducirán las emisiones.
Las empresas licitadoras tendrán que hacer frente, además, a la obra civil necesaria y prestarán los servicios objeto de este contrato durante los siguientes cuatro años. Entre los servicios que acometan, está también el de limpieza y mantenimiento de las cámaras frigoríficas, de los cremuladores y de las carretillas elevadoras porta féretros.
Además, se harán cargo del servicio de cremación de cadáveres, desde la recepción de la documentación necesaria hasta la ceremonia de despedida, el proceso de cremación, identificando «en todo momento» cada proceso hasta que se entregan las urnas cinerarias a las familias y controlando que durante todo el proceso «no se superen en ningún momento los valores límite de emisión de gases a la atmósfera».