El crematorio del cementerio de Montjuïc de Barcelona se encuentra saturado de cadáveres
El cementerio de Montjuïc de Barcelona se encuentra saturado. El crematorio del camposanto se encuentra colapsado y los cadáveres aguardan en las instalaciones municipales a la espera de su incineración.
Los cuatro hornos crematorios de Montjuïc no consiguen dar abasto y no consiguen cubrir el número de servicios de cremación. Las razones que les han llevado a esta situación se debe al aumento de fallecimientos, producto de la fuerte gripe, y al cierre del horno crematorio más antiguo de España; el de Collserola.
Cementiris de Barcelona cerró los tres crematorios del cementerio de Collserola porque sus filtros, con más de 30 años de antigüedad, estaban obsoletos y no cumplían la normativa medioambiental. Nueve meses después de su cierre, Cementiris de Barcelona no ha realizado las obras necesarias y el crematorio de Collserola sigue sin tener fecha de apertura. El horno funerario incineraba unos 4.000 cuerpos al año.
Cementiris de Barcelona, empresa que depende al 100% del ayuntamiento, y que opera la cremación en régimen de monopolio, ha prolongado el horario de cremación de los cuatro hornos de Montjuïc. También ha solicitado a las empresas funerarias que hagan saber a los familiares de los difuntos, en espera de incinerar, que no podrán asistir a su cremación.
El Ayuntamiento de Barcelona ha reconocido que el pasado viernes se evidenció el problema con una punta de 36 cadáveres pendientes de cremación. En estas fechas el número de cremaciones se sitúa entre 18 y 24, según fuentes municipales.
Cementiris de Barcelona ha manifestado que «no suele ser habitual que la mayor parte de los familiares quieran estar presentes en el momento de la incineración, ello ha dificultado el avance del horario de las cremaciones, porque hay que esperar a que lleguen los familiares a las instalaciones, ya que tienen una hora asignada a través de la empresa funeraria”.
Las cremaciones previstas, sin familia, se han realizado fuera del horario laboral para cubrir todos los servicios y dar cumplimiento a los requerimientos de las familias. Desde Cementiris nos aseguran que «no ha habido una sola queja por parte de los familiares o de las empresas funerarias».
Si bien, podemos confirmar el malestar existente en el sector funerario por el impacto que ha supuesto para ellas el colapso del único crematorio activo en Barcelona.