La Iglesia italiana y española buscan cómo ajustarse a las medidas por el coronavirus
En Italia apenas dan misa a los fieles, el papa se expresa a través de video, funerales y bodas restringidas: los católicos se ajustan a las medidas impuestas contra el nuevo coronavirus en Italia, donde las reuniones públicas están prohibidas.
La Conferencia Episcopal italiana ha querido mostrar la solidaridad de la Iglesia, por ello, el papa Francisco pidió el martes a los sacerdotes «tener el valor de salir e ir a visitar a los enfermos» y «acompañar al personal médico y a los voluntarios» en un país donde la epidemia deja ya 631 muertos, según el último balance.
El gobierno italiano incluyó las misas, los matrimonios y los funerales entre las reuniones prohibidas, una medida «fuertemente restrictiva cuya aceptación acarrea sufrimientos y dificultades» para los sacerdotes y los fieles.
Las inhumaciones de los difuntos no se detendrán, los sacerdotes seguirán asegurando «la bendición del cuerpo en el cementerio», pero «en la más estricta intimidad» y «sin celebración de misa u otra liturgia», se lee.
Conferencia Episcopal española
El secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal española, Luis Argüello, cree que es importante “mantener los templos abiertos” aunque aceche el coronavirus, sin perjuicio de que la Iglesia católica acate y siga cumpliendo las recomendaciones de las autoridades sanitarias para evitar la propagación del Covid-19.
De hecho, ya muchas diócesis asumen la retirada del agua bendita para evitar el contagio y prefieren que no se besen las tallas de santos. Además, es preferible que en el saludo de la paz se sustituya el estrechamiento de la mano por un «gesto reverencial». Además, antes de dar la comunión los sacerdotes se lavarán concienzudamente las manos.
¿Por qué las iglesias han de mantener las puertas abiertas?
Porque así como durante la peste negra del siglo XIV los cristianos se ponían bajo la advocación de las vírgenes de las Angustias y de los Dolores para mitigar su ansiedad, ahora los creyentes, asediados por noticias falsas y la psicosis, pueden encontrar alivio en el recogimiento y la devoción para escapar del “virus del miedo”.
Sin desconfiar ni impugnar las soluciones que aporten los científicos, “la ciencia y la técnica no tienen última palabra sobre el significado de la existencia”. “No pensemos que la Virgen de las Angustias, la Virgen de la Piedad o de la Veracruz nos van curar de la enfermedad.