Cs denuncia que el crematorio de Illescas “emite mucho humo y mal olor por exceso de cremaciones”
El Grupo municipal Ciudadanos en Illescas (provincia de Toledo) ha alertado sobre el incremento de incineraciones en el crematorio del tanatorio de la localidad y sus consecuencias.
Desde Cs consideran que se está habiendo un «exceso en las emisiones de humos y un desagradable olor», debido a la saturación en tanatorios y crematorios de las localidades de Parla y Aranjuez, la zona sur de Madrid «. De ahí que Ciudadanos haya pedido la «urgente» intervención de las autoridades sanitarias.
“Illescas cuenta con unas instalaciones modernas en cuanto a los dispositivos de retención de partículas y emisión de gases se refieren. Pero ateniéndonos a las circunstancias que estamos viviendo en estos momentos, se desconoce si funcionan bien, o lo hacen de forma deficiente ante el colapso y la saturación de otros crematorios, porque no es habitual la cantidad de humo que sale de la chimenea del crematorio de Illescas, además de los olores que se padecen en las inmediaciones de las instalación», ha alertado Ciudadanos, en una nota de prensa.
El portavoz de la formación naranja en Illescas, Raúl Casla, ha explicado que un crematorio humano emite gases de combustión que son canalizados a la atmósfera generando gases con una gran cantidad de compuestos y partículas tóxicas. «Si a esto se añade que, debido a las prisas y circunstancias actuales no se pueden estar retirando los dispositivos médicos que pueda contener los cadáveres como marcapasos, implantes, empastes, tornillos o piercings, puede perjudicar o alterar aún más el proceso de cremación y con ello, sus efectos perjudiciales para la salud».
Según Ciudadanos, si la temperatura en un crematorio es de entre 870 a casi 1.000 grados centígrados y si la duración necesaria para reducir un cuerpo a cenizas es de entre 2 y 3 horas, funcionando las 24 horas debido a la necesidad provocada por la pandemia, «se debería tener un mayor control para la salud pública, monitorizando de forma continua las emisiones contaminantes para que no se superen en ningún momento los valores límite de emisión de gases a la atmósfera».
«La energía que se consume durante una cremación es enorme y sus efectos medio ambientales van en consonancia a este consumo. Esta circunstancia sumada a la situación que ha tenido el crematorio de Illescas con gran actividad, hace que la situación sea alarmante, existiendo probablemente una gran concentración de gases contaminantes que fácilmente pueden haberse propagado por las poblaciones cercanas», ha insistido Raúl Casla.
De ahí que haya pedido la «urgente» intervención de las autoridades sanitarias para que realicen las mediciones necesarias que ajusten el funcionamiento del crematorio a la normativa vigente para no alterar, como está pasando ahora, el normal discurrir de la vida de las poblaciones vecinas.