Sanidad certifica a través de una inspección la seguridad del tanatorio San Felipe Apóstol
Un comunicado anónimo publicado el pasado 19 de abril en las redes sociales donde se decía que “el tanatorio San Felipe Apóstol es antiguo y poco adecuado para contener cadáveres que pudieran suponer un peligro para la salud pública”
Desde San Felipe han dado a conocer que “tras la divulgación del comunicado en las redes sociales, así como con motivo de las declaraciones realizadas por uno de los propietarios del Tanatorio Arrasate (Arrasate Hileta Berria), la población de Mondragón (Guipúzcoa) se vio envuelta entre dudas e inseguridad sanitaria en pleno estado de alarma por el Covid-19.
También se recoge que “el tanatorio que se encuentra en Arrasate está notablemente envejecido y no cuenta con los correspondientes cierres herméticos. Además de todo esto, cuando se llevan nuevos cuerpos al lugar a menudo hay que pasar por donde se encuentran los familiares que van visita”.
El escrito anónimo cuando terminaba su exposición de la siguiente forma aludiendo a diversas responsabilidades del gobierno local y provincial: «¿Dónde están las autoridades? ¿Dónde está la alcaldesa? ¿Qué hace el departamento de Salud del Gobierno Vasco? ¿Cómo puede ser cómplice San Felipe de esta situación?»
San Felipe Elkarlaguntza denunció entonces en el Juzgado de Bergara este “panfleto difamatorio” que acusaba a esta mutua popular con más de 12.000 socios y a su funeraria contratada (Ojanguren Hileta Zerbitzuak) de prácticas irregulares en el tratamiento de cadáveres de fallecidos por coronavirus en las últimas semanas.
El escrito, atribuido a “intereses espurios”, era anónimo pero tuvo un gran impacto en las redes sociales y obligó a la dirección de San Felipe a salir al paso para desmentir las graves acusaciones que vierte, y a explicar pormenorizadamente los procedimientos que se siguen tras un fallecimiento por Covid-19.
