Cede un apoyo del elevador portaféretros precipitando el ataúd al suelo cuando iba a ser introducirlo en el nicho
A mediodía del pasado martes 14 de julio durante un entierro se derrumbó la plataforma elevadora del cementerio de Carlet, en Valencia, justo cuando los operarios intentaban introducir el ataúd de una mujer en el nicho situado en una cuarta altura.
Uno de los apoyos cedió y la estructura se vino abajo. El peor parado fue un empleado de la funeraria que se llevó un fortísimo golpe en la cabeza. Se abrió una herida sangrante en la frente y tuvo que ser evacuado en ambulancia.
Según informa Levante, la familia de la difunta, indignada por los hechos, exigió a las autoridades locales que se hicieran cargo de la engorrosa situación provocada por el deficiente servicio público que acababan de sufrir y le entregaran un féretro nuevo, ya que su había desencajado después de la caída, aunque por fortuna no llegó a abrirse. El incidente retrasó mucho la inhumación.
Los parientes y amigos de la mujer muerta, que ni siquiera llegaba a la cincuentena, comenzaron a inquietarse cuando observaron que los operarios se mostraban incapaces de arrastrar el féretro hacia el interior de la sepultura, situada en la cuarta trama de nichos, la más alta, ya que los rodillos de la máquina elevadora estaban tan oxidados que no facilitaban la operación.
En ese momento, según uno de los testigos directos, se fracturó una de las patas de la plataforma y se precipitó a tierra. El golpe que recibió el ataúd fue brutal, pero aún peor resultó comprobar que la caída de la plataforma le había causado una herida abierta al trabajador de la funeraria.
Contrariados e irritados, los familiares se negaron a completar el entierro hasta que el Ayuntamiento aportara un nuevo féretro. La base del ataúd que ocupaba el cadáver estaba completamente descoyuntadas al saltar los clavos y también se habían desencajado las bisagras de la tapa superior.