Un constructor vasco compra un terreno rústico que resultó ser un cementerio de soldados británicos

Un constructor vasco de Loiu o Lujua (provincia de Vizcaya), compró al Gobierno británico en el año 2004 un terreno catalogado como “finca rústica” por 266.000 euros con la intención de edificar.

Sin embargo, ambos mantienen a día de hoy un conflicto difícil de resolver y que ya está en manos de los tribunales, ya que en los terrenos ha aparecido un cementerio donde hay cientos de soldados británicos fallecidos en la Primera y la Segunda Guerra Mundial y que fueron enterrados en este terreno.

Según el comprador, en ningún sitio figuraba la existencia de un cementerio sino que solo aparece el terreno como «finca rústica». Catorce años después y una vez que el Gobierno británico se entera de la nueva titularidad de camposanto, procede a demandar a Salvador y pide que se anule el contrato de compraventa sin éxito.

«El argumento que dan es que ellos me dieron algo que no querían vender», explica el constructor, que finalmente ha perdido el juicio y ha recurrido la sentencia. A la espera de una nueva resolución, asegura que «se sigue enterrando gente en un cementerio que es nuestro».