¿Es recomendable llevar a menores de edad a un velatorio y sepelio?
Llevar o no a los hijos o menores de edad a una velación, sepelio o cremación, no es un tema tabú pero sí desconcertante. Existen muchos escritos que tratan muy someramente esta acción, es decir no profundizan de una manera eficaz, al contrario, quedas en la misma pregunta otra vez.
En los años que tengo trabajando para el Sector Funerario he visto de todo un poco, en el quehacer diario, entre las velaciones, sepelios y cremaciones, uno de los puntos más relevantes, es precisamente el ver a menores de edad en estos eventos.
En los escritos que se pueden conseguir en la internet sobre el tema, llama a la atención la falta de explicación y profundidad que esto amerita, por ello he decidido explicar paso a paso por qué ? no es recomendable llevar menores de edad a estos eventos.
Retrocediendo en mi propio tiempo, yo tuve mi primera experiencia siendo menor de edad, a los 09 años cuando fallece mi Tío Maximiliano López, la primera impresión es ver a mis padres ambos llorar, mi madre más desconsolada porque el fallecido era su hermano del alma, mis padres nos dejaron a cargo con una tía, esposa de un hermano de mi madre, ella muy inteligente nos aparta a mi hermano menor y a mí, a nuestros cuartos.
En ese momento de silencio total, porque mis padres salieron a la antigua PTJ hoy CICPC (organismo de investigación policial en Venezuela) para identificar el cadáver de mi Tío, ya que fue un accidente de tránsito. Las palabras de mi tía fueron las siguientes: «Su Tío Maximiliano tuvo un accidente y se fue al cielo, su mamá y papá van a venir más tarde», esas palabras fueron suficiente para nosotros entender a medias lo que estaba pasando.
Pasaron varios días porque a mi Tío lo trasladaron desde la Capital (Caracas) hasta el estado Táchira (estado del sur occidente de Venezuela) donde aún se encuentran sus restos. Mis padres de regreso a casa, ya más tranquilos, pero con el dolor y cansancio en el rostro, pudieron explicarnos sobre la muerte del Tío y lo que hicieron, allí entendimos simplemente que Tío murió, para nosotros no fue tan impactante, como sí lo fue para nuestros primos que presenciaron la velación y sepelio.
Porque NO es recomendable que asistan al comienzo de una velación, cremación y sepelio los menores de edad; existen varias conclusiones, que por medio de explicaciones de sucesos vividos durante mis 25 años en el sector funerario venezolano voy a explicar detenidamente, los menores de edad desde los 09 años hasta los 14 años de edad, no es que no entiendan que una persona o ser querido muera, ese no es el problema, es la actitud humana que toman algunos dolientes por ser impredecible e incontrolable en el caso de la muerte de un ser querido.
Es tan impredecible la conducta humana, que hemos visto personas Apacibles, Violentas, Desorientadas, Solitarias y otras muy normal, que cumplen las cinco 05 etapas del duelo de maneras distintas. Poder controlar las emociones y expresiones de dolor es casi imposible, según los sentimientos de amor, cariño y afecto que se le tenía al difunto.
Por ello vemos la necesidad de hacer unas observaciones a quienes hoy o mañana, se les presenta la defunción de un ser querido, es importante que aparten sus emociones con sus acciones, es muy cierto que cuando tenemos la noticia de la muerte de un ser querido, automáticamente perdemos la sindéresis, la razón, conciencia, ya que el dolor e impacto dependiendo la causa de fallecimiento es tomada por el doliente, como se lo permita su impresión o desasosiego.
Se recomienda las siguientes acciones a la hora del fallecimiento de un ser querido:
A-) NO LLEVAR A MENORES DE EDAD EN PLENO MOMENTO DE LLEGADA DEL DIFUNTO A LA VELACIÓN O SEPELIO.- Es precisamente el momento de mayor dolor, ya que el familiar; doliente o deudo recibe por parte de la agencia de funeraria o tanatorio, el difunto listo para la velación, en el caso de sepelio igualmente pero con mayor intensidad porque es la despedida y es el momento que consideramos más delicado porque se destapan en llantos incontrolables, pérdida de la conciencia, desmayos y hasta la muerte
B-) NO LLEVAR A UN MENOR DE EDAD A LOS ORGANISMOS POLICIALES ESPECÍFICAMENTE EN EL CASO VENEZOLANO EL CICPC, MORGUES, VÍA PÚBLICA O DE ESPECTADOR EN LA CALLE.- El impacto según la causa de muerte del ser querido o ser humano, es otro punto relevante, de por qué no se deben llevar menores de edad. Los funcionarios de los organismos policiales, morgue, paramédicos y de investigación están acostumbrados a ver cuerpos desmembrados, tiroteados, acuchillados, quemados y otros menos importantes, si para un adulto es impresionante para un menor de edad, cualquiera de esas situaciones les causaría una gran impresión que puede ser traumática. Por ello inmediatamente sea un caso en vía pública deben recoger y resguardar al menor y en especial si el fallecido es familiar.
C-) NO LLEVAR A UN MENOR DE EDAD A UN SEPELIO SEA EN UN CEMENTERIO O CREMATORIO.- Los sepelios son considerados el punto más significativo de un doliente, esto por ser la última despedida en cuerpo presente del difunto, ante su inhumación o cremación, dependiendo del caso, hay situaciones que se les escapan de las manos a las agencias de funerarias como a los familiares del difunto y es la cantidad de personas que puedan ir al sepelio, esto es, en muchos casos incontrolable, los dolientes están en su máxima expresión de dolor, las cuales pueden ser las siguiente:
Se desmayan, Gritan, Lloran, Alteraciones de la Tensión (alta o baja), Abstraído, Espectadores, Críticos, Impotencia Pasiva-Agresiva, Ríen o hasta en el peor de los caso la Muerte, por ello consideramos esta última la más relevante de todas.
D-) CUANDO PODEMOS LLEVAR AL MENOR DE EDAD A UNA VELACION O SEPELIO.-
En los casos de velación:
Llevar después de las siete 07 horas que hayan recibido el difunto los familiares adultos directos, así como al resto de familiares y amistades, que se encuentren más serenos, puedan asegurarse de que el menor no sea un espectador de los actos que por manera involuntaria causan algunos familiares, debido a que estos actos puedan causar trastornos en la personalidad del menor.
En los casos de sepelio:
Llevar al menor por lo menos un día después del entierro, ya que esto evita lo antes mencionado.
CONCLUSIÓN
El menor de edad es el adulto del futuro, es a quien debemos proteger, no dañar con las cosas que podamos hacer, como actos involuntarios, acompañados de una carga de ignorancia, en nuestros momentos más dolorosos y vulnerables. Es por ello que no se deben llevar a menores de edad, previamente, si usted no le puede explicar al menor lo que sucede, procure que otra persona lo haga, ya que a los menores de edad no se les puede ocultar por siempre la muerte de un ser querido, lo que debemos evitar, es que vean los actos de acción humana que se producen de diversas maneras en el adulto, ya que esto podría generar efectos secundarios en los menores de edad.
La muerte, es una constante matemática universal que tiene la vida, por ello no es conveniente ocultarla a nuestros menores de edad, al contrario inteligentemente se les debe explicar de la mejor manera posible, evitando los trastornos que pueda causar cualquier acto que la muerte pueda generar en las personas. Se recomienda igualmente en los casos de adultos con mayor sensibilidad evitar vean al difunto en el féretro si su facciones son distintas, igualmente si la persona fallecida está en vía pública ya que podría generar en el adulto un trauma por impresión.