43 meses después, el Ayuntamiento talará los 11 cipreses del cementerio que se quemaron en el incendio

El día 9 de mayo de 2017 un rayo provocó un terrible incendio en el cementerio municipal de Cacabelos (provincia de León) quemando 11 cipreses. Los troncos calcinados seguían manteniéndose erguidos.

Se ha esperado un tiempo prudencial para ver si era posible su recuperación, al ver que era imposible, se ha decidido talarlos, y en los próximos días, una empresa especializada se hará cargo del trabajo.

Este conjunto de cipreses monumentales son de gran valor patrimonial, merecen una especial atención y cuidado, y el Ayuntamiento se dispone a realizar un proyecto de saneamiento para el conjunto de cipreses vivos, replantar los ejemplares del pasillo central de cementerio, mientras que el resto se poblaran de enredaderas.

Los 27 cipreses mediterráneos, “cupressus sempervirens”, símbolo de la vida y de la muerte, ligados a la cultura mediterránea, son ciertamente árboles singulares con una altura de más de 20 metros.

Los cipreses quemados fueron plantados hace 150 años en el cementerio más emblemático del municipio de Cacabelos, que tiene sus orígenes como un lugar de enterramiento entre los siglo VIII y XI, Alta Edad Media, en torno a la capilla románica de Santa María de la Edrada.

El cementerio de Cacabelos es un espacio que siempre ha estado muy presente en el colectivo social como lugar importante, público o sacro, y es para todos los cacabelenses el lugar donde reposan sus seres queridos, y panteón de algunos grandes escritores hijos de Cacabelos, como Antonio Fernández y Morales, primer escrito en lengua gallega, Manuela López García, poeta y Fermín López Costero escritor…etc.