Consejos y cuentos para abordar el duelo infantil ante el covid
Afrontar la muerte no es fácil, y en la actual situación de la pandemia de covid, menos aún. El distanciamiento social y las diferentes limitaciones hacen que el duelo esté siendo especialmente complicado en el último año. Cuando este duelo afecta a los más pequeños, muchas familias no saben cómo hacerle frente.
Así, Silvia Álava Sordo, Doctora en psicología clínica y de la salud colaboradora de Funespaña, recalca la importancia de contar con recursos y herramientas que puedan ayudar a explicar una pérdida a los más pequeños de la casa “con el objetivo de educar desde la edad temprana para establecer unas pautas psicológicas saludables de la relación de los niños con la muerte”.
.- Decírselo según se recibe la noticia: hay una creencia generalizada de que al protegerles de la muerte les ahorramos sufrimiento, pero verán tristeza, llantos y malos ratos alrededor; hay que explicarles lo ocurrido para no generarles incertidumbre, algo que no van a saber gestionar.
.- Ponerse a su altura y tratarlo con naturalidad, empatizando con sus emociones: para que se sientan escuchados y atendidos es importante, a la hora de comunicar, mirar a los ojos. Además, es bueno que vean las emociones reales, por lo que no hay que aparentar o aguantar el tipo.
.- Adaptación del lenguaje en función de su edad: es importante saber qué cosas pueden facilitar a los niños la comprensión de la muerte según su edad y qué aspectos son convenientes evitar, ya que pueden complicar le proceso. Generalmente, los niños son muy buenos recogiendo y captando información, sin embargo, por su propio desarrollo cognitivo, evolutivo y madurativo, no siempre lo entienden bien.
.- Sinceridad en las repuestas: tendrán muchas preguntas sobre lo sucedido, y puede que no sepas o tengas las respuestas. En ese caso, es mejor decir “no lo sé” a inventarnos las respuestas.
.- Intentar restablecer la rutina: es algo que ayuda, sobre todo, a los niños. Que su rutina no sea demasiado alterada, les aportará seguridad y confianza. No obstante, lo prioritario en este momento es atender a sus necesidades emocionales, interiorizar la pérdida y hacer el duelo de la forma más sana posible.
“Ante una pérdida, lo más probable es que surjan muchas preguntas y responderles con sinceridad será clave para transmitirles seguridad. Además, debemos animarlos a expresar sus sentimientos para que sientan nuestro apoyo y gestionarlo de la mejor manera posible. Siempre será una situación difícil, pero en estos momentos en los que no nos podemos despedir, en los que no habrá velatorios y los funerales tienen que aplazarse, es todavía más complicado”, comenta Silvia Álava Sordo, Doctora en psicología clínica y de la salud colaboradora de Funespaña.
Cuentos para aprender a decir ‘Adiós’
A través de la lectura se puede ayudar al niño a entender mejor una pérdida. Con el objetivo de establecer herramientas docentes de ayuda eficaces, y de distintas visiones para mostrar a los niños la realidad de la muerte como parte del ciclo de la vida, la Revista Adiós Cultural, editada por Funespaña, convoca cada año un concurso de cuentos infantiles. Funespaña ha subido tres de estas obras originales a Internet con la idea de ponerlas a disposición de todas las familias que lo deseen de forma totalmente gratuita.
1.- ¡Me muero de chicle!, de Laura Arnedo: “es una obra que logra explicar muy bien el concepto de la muerte y acierta a transmitir con lenguaje ingenuo y sencillo la percepción de la muerte para un niño, consiguiendo hacer una excelente descripción de las emociones. La historia está narrada por una niña y subraya la igualdad a través de un lenguaje inclusivo y que se refuerza también con una imagen que ya empieza a ser más habitual, la de las niñas jugando al fútbol en los patios de los colegios
2.- Pim, pam, pim, pam de Virtudes Olvera, quien explica de su relato: “Es la muerte, como concepto, algo inaprensible para las personas más menudas. Y un tema incómodo de tratar para padres y madres ya que el dolor que conlleva la pérdida es una emoción de la que intentamos salvar a los hijos a los que queremos ver siempre alegres y felices. Sin embargo, las emociones negativas también forman parte de la vida y son igualmente necesarias en nuestra construcción como personas. A partir de ahí, debemos enseñar a cómo gestionarlas para que la percepción de nuestros niños/as sea de normalidad. Por ello, en el relato he intentado poner de manifiesto esa necesidad de no huir de lo desagradable. También me pareció fundamental el asunto de la dosificación de la información. Cuánto contamos a nuestros/as hijos/as dependerá de la madurez que tengan en cada momento. Tratémosles, además, con el respeto que merecen, sin insultar su inteligencia. Otro aspecto importante es el de construir excelentes puentes comunicativos: debemos ser referentes estables, personas confiables, adultos que contestan a sus mil dudas y que no se esconden ni huyen. Por eso el diálogo es fundamental. Y por supuesto el formato de la explicación debe reconocerse como espacio común por los niños y niñas: el juego es ese espacio común. En ese ámbito los/as pequeños/as se sienten cómodos y todo parece más amable, incluso lo que no lo es. En cuanto a la muerte en concreto, resulta fundamental reconocer su existencia como parte de la vida, asumiendo nuestra mortalidad. Y sabiéndonos conocedores del tiempo que tenemos, debemos educar en un amor por la vida, en un disfrute de todo lo que nos rodea y en un no olvidar a los que nos precedieron porque a través de su recuerdo todos y todas somos, también durante un tiempo, un poco inmortales.”
3.- Calimero y mi tía, la de las gallinas de May Flores Manzano, cuya idea nació de la pérdida del hámster de sus sobrinos quienes, en un principio, aún guardaban la esperanza de que el animal solo estuviera muerto por un corto periodo de tiempo, como les pasa a menudo a los personajes de ficción de las películas, de los videojuegos o de sus dibujos animados favoritos. “Ante esta situación, aparece el planteamiento de conocer cuál es el significado del término muerte para ellos; qué sentimientos les despierta, qué preguntas les rondan por la cabeza. Sin duda, el ritual del fallecimiento es harto conocido por los niños e incluso utilizado en sus juegos, y la curiosidad innata en los pequeños siempre está presente, aunque no vivan un duelo directo.Ellos saben que, con la muerte, algo cambia en nuestras vidas; tienen sus propias ideas y las representan a su manera e intentan imitar los ritos de los mayores, sin saber exactamente qué significan, tal como hacen Ada y sus amigos en el cementerio de los animales. Sin embargo, la muerte les cambia la vida cuando entra en ésta y les arrebata a los que tanto quieren, como una mascota o un familiar con el que guardan una estrecha relación, sobre todo cuando descubren que estos seres queridos no volverán a estar nunca más vivos entre ellos, como sus personajes de ficción. Cualquier duda o incertidumbre generada por esta circunstancia puede convertirse en un dolor profundo que no saben gestionar. Entonces es importante que un adulto los acompañe en el triste descubrimiento de la pérdida y les hable con sinceridad y de la manera más simple posible sobre sus conocimientos en esa relación tan inseparable entre la vida y la muerte. Ada encuentra en su tía Conce a esa persona que la ayuda a entender sus miedos y sus interrogantes cuando esto le ocurre. Y de alguna manera, sin ninguna de las dos saberlo, la tía prepara a la niña para que ella sola sepa enfrentarse a ese dolor cuando surja de nuevo; para que aprenda que la muerte es esa parte inevitable que hay que aceptar como una etapa natural de la vida, en la que cada recuerdo será un aliento de ese ser que se fue”.
La Revista Adiós Cultural, siguiendo con su compromiso con la cultura y enmarcado dentro del programa de responsabilidad social corporativa, acaba de abrir la convocatoria de la edición de 2021.
Además, desde la primera ola de la pandemia, Funespaña está ayudando gratuitamente a las familias a través de guías, vídeos y talleres virtuales, con el objetivo de ayudarles a reconocer las fases del duelo y aprender mecanismos para superarlo.