El Panteón Boule del Cementerio General de Reus estará restaurado a finales de mayo
El análisis realizado por los profesores investigadores de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura (ETSA) ha determinado que la situación del Panteón Boule, del Cementerio General de Reus (provincia de Tarragona), presenta un cierto estado de degradación de los materiales vinculado a procesos atmosféricos, el cual requerirá una intervención de limpieza y consolidación.
El monumento se ha sometido a estudio a través de un acuerdo coordinado por la concejala Montserrat Flores y estos dos doctores en arquitectura, con la finalidad de intervenir debido a que todo apunta que el principal problema del mausoleo es la humedad.
La diagnosis, que empezó a elaborarse en diciembre y concluirá plenamente a mediados de mayo, el panteón está mucho mejor de lo que podría estar, sabiendo que se construyó en 1882.
Para llegar a estas conclusiones se ha utilizado una técnica puntera y actual, el levantamiento con láser, que genera una nube de puntos y permite obtener un modelo 3D para hacer disecciones al milímetro, a través de las cuales se crean los planos depurados y se puede ver si hay elementos desplazados, y deformaciones.
El equipo se ha ayudado también de documentación original, y ha tomado muestras de la piedra, que es muy porosa y, cuando llueve, la humedad penetra; en los espacios donde la geometría lo propicia, queda retenida y genera musgo o algunos insectos que ponen su nido y hacen una pequeña corteza que cambia el color. En las partes donde las piedras son más pequeñas, se producen mini roturas y quieren evitar, que, con el paso del tiempo, se puedan perder elementos.
Los investigadores han trabajado con el laboratorio de la UPC, quien confirmó que la degradación no era por procesos químicos sino atmosféricos y por la corteza biótica y de suciedad que se va depositando encima. Los procesos no afectan a nivel estructural, sino que lo hacen visualmente: son como una especie de manchas.
Sobre el Panteón Boule
El Panteón Boule, de estilo neoclásico, fue levantado por Francesc Blanc i Pons, bajo encargo del empresario Josep Boule, nacido en Francia pero arraigado en la ciudad de Reus. Tiene una planta centralizada cuadrangular, una cúpula de base octogonal rodeada por las tres virtudes teologales, vitrales y un rosetón de seis puntas, e incorpora mármol blanco.