Los vecinos y el párroco de Limanes confían en disponer del cementerio para la festividad de Todos los Santos
En la madrugada del sábado 5 de junio, una de las baterías de nichos del cementerio de la parroquia de Santa María de Limanes -perteneciente a los municipios de Oviedo y Siero (Principado de Asturias)- se derrumbó debido a que la estructura cedió por el gran peso de una techumbre instalada hace unos tres años.
El derrumbe afectó a un bloque de unas cuarenta tumbas y dañó otro contiguo, se pretende que el camposanto se encuentre rehabilitado antes del día 1 de noviembre, Día de los Difuntos. Un mes más tarde, el párroco de Limanes dice que “acabamos de sacar todos los restos y la empresa Alnoco empezará el desescombro enseguida”.
Algunos de los restos de los fallecidos que ocupaban los nichos derruidos ya han sido reubicados en otras tumbas pertenecientes a sus familiares e incluso en nichos cedidos por otros vecinos.
Pero también hay muchos otros que esperan a que una vez finalizadas las obras se lleven a cabo las obras en el cementerio mientras sus restos están depositados en unas capillas laterales de la iglesia del pueblo. “Están en cajas de cinc y con todas las directrices que marca la empresa funeraria para este tipo de situaciones”, dice el sacerdote.
“Esperemos que la empresa aseguradora se hagan cargo del coste total o de una parte de las obras porque esto ha sido una desgracia. Señala el párroco de Limanes.
