El 91,3% de los podólogos aseguran que las aseguradoras sanitarias «pagan tarde y mal»
El 91,3 por ciento de los profesionales de la podología considera que el trabajo con las sociedades o mutuas «no está bien remunerado porque pagan tarde y mal», así lo ha denunciado Rosario Correa, vicepresidenta del Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos (Cgcop), y recoge la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA).
Correa ha asegurado que en la encuesta han participado 2.666 personas de un colectivo de unas 7.800 personas colegiadas, una muestra del 35% del total, lo que da gran fiabilidad a la investigación. El 41,9% de personas encuestadas trabajan con mutuas o aseguradoras privadas. A este grupo se pidió opinión sobre las compañías.
Según Rosario Correa, “se trata de un tema que las empresas y profesionales deben valorar y negociar para que la remuneración profesional sea adecuada y acorde a la calidad prestada”. “Es necesario que las compañías sanitarias establezcan un diálogo fluido y ordenado con el Consejo General de Colegios de Podólogos, ya que representamos a los 7.800 profesionales que ejercemos en este país. Y en este diálogo no podemos dejar de hablar de que haya una remuneración profesional adecuada y acorde a la calidad prestada».
Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA)
Para José Luis Perea, secretario general de ATA, esta reivindicación, común a los integrantes de la sectorial de sanidad de ATA en la que se integran más de 200.000 profesionales sanitarios, debe tener una solución lo más rápida posible ya que los autónomos de la sanidad son esenciales: “Acudimos a ellos con dolor y preocupación, y la remuneración por curarnos debe ser justa y proporcionada al bien que nos hacen”.
“La mayoría de las aseguradoras solo incluyen la quiropodia, un servicio muy básico y de menor valor añadido, entre los actos terapéuticos que ofrecen a sus asegurados y pagan estos servicios al profesional a veces a 5 euros.
Esta realidad se ha agravado durante la pandemia: los profesionales que trabajaban con aseguradoras han visto como su histórica baja remuneración hacía inviable atender a estos pacientes con los costes derivados de las nuevas medidas sanitarias”, ha añadido Perea.
El estudio también revela que hay pocos profesionales que trabajan en o para instituciones públicas
La inmensa mayoría no trabaja en ninguna institución y lo hace en el ámbito privado: fundamentalmente, en clínicas. En la Sanidad pública solo hay unos pocos profesionales en hospitales de Cantabria y Baleares, junto a los que trabajan en la Universidad. Existen algunos autónomos que trabajan para Ayuntamientos o residencias públicas, pero con conciertos o a través de licitaciones de servicios. De hecho, el 74,2% de profesionales desarrollan su actividad por cuenta propia, el 13,6% por cuenta ajena y el 12,2%, de ambas formas, lo que revela el altísimo nivel de autónomos.
La inmensa mayoría de las profesionales de la Podología (87,5%) está de acuerdo con la inclusión de esta especialidad en la cartera básica del sistema público de salud con todas las competencias: pie diabético, atención primaria, pie geriátrico, pie infantil y en el ámbito hospitalario. Las respuestas obtenidas han permitido al Consejo reafirmarse en su lucha por este cometido.
El porcentaje de quienes defienden la incorporación de la Podología a la Sanidad pública es muy similar al de profesionales que consideran que no existe reconocimiento social de la profesión (85,5%). Ambos aspectos parecen estar muy relacionados. La presencia en la Sanidad Pública aportaría conocimiento y prestigio social a la Podología.