La nueva ordenanza de cementerio prohíbe las rejas punzantes como vallado de tumbas
El Ayuntamiento de Peñaranda de Bracamonte (provincia de Salamanca) acaba de aprobar por unanimidad la nueva ordenanza reguladora y fiscal del cementerio municipal y entre los aspectos más novedosos y destacados figura la orden para retirar cualquier elemento punzante utilizado en el vallado perimetral de las sepulturas en el plazo de seis meses.
En el caso de no hacerlo, tal y como refleja también dicha ordenanza, el personal municipal se encargará directamente de quitar las rejas. Los responsables municipales dan así respuesta a una petición casi histórica para eliminar este tipo de vallados, la mayoría con más de un siglo de antigüedad, y que en muchos casos están oxidados y suponen un peligro para los visitantes que acceden a otros enterramientos situados en la misma zona.
Desde ahora se prohíbe, además, la utilización de cualquier elemento punzante en el perímetro de las sepulturas, aunque se trata de una problemática que afecta solamente a la zona más antigua del cementerio donde también existen algunas sepulturas con las lápidas rotas y en otros casos hundidas.
Las nuevas normas contemplan, también, que no se podrán obtener fotografías o filmaciones de las dependencias e instalaciones cuando no se pueda garantizar el derecho a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen y que tampoco se permitirá la entrada en el cementerio de vehículos, salvo los específicamente autorizados, ni de bicicletas o motocicletas, ni tampoco de perros y otros animales, con la excepción de los que tengan carácter de perros de asistencia.